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Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El “econgresista” Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán aplaude el anuncio de Cormacarena de no realizar la tradicional Feria Taurina de Medellín, prevista para los meses de enero y febrero de 2019.

Sin embargo, el Representante a la Cámara antioqueño quisiera que fuera la consciencia de respeto y defensa a la vida y la integridad física y emocional de los animales, la que animara decisiones históricas como ésta.

La verdad –precisa el “Econgresista”- es que la decisión que tanto satisface a los defensores de animales no se originó en las campañas y manifestaciones que durante tantos años han venido realizando: la causa fue la venta del 51% de las acciones de la Fundación Hospital San Vicente a la firma D´Groupe S.A.S., empresa que no tiene en su objeto social la realización de eventos como la fiesta brava. La esperanza de los grupos animalistas y ambientalistas que esta firma no impulse espectáculos violentos, en el futuro.

Nicolás Albeiro Echeverry espera que en los colombianos prospere la cultura del respeto a la vida, sin distinción de especie, y que el maltrato a los animales deje de ser parte de la diversión y del espectáculo.

El Representante conservador fue un animador constante de la Ley 1774 de 2016, la cual modificó el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal, el Código Civil y la Ley 84 de 1989, dándoles a los animales el carácter de seres sintientes y castigando penalmente a quienes los maltraten, les infrinjan dolor o les produzcan la muerte.

Echeverry Alvarán ha lamentado que de la pena hayan quedado exceptuados quienes realicen actividades como el rejoneo, el coleo, las novilladas, las corralejas, las becerradas, las tientas, las riñas de gallos y, por supuesto, las corridas de toros. De ahí que haya liderado la discusión del Proyecto de Ley 224 de 2016, “Por medio del cual se prohíbe la utilización de elementos que laceren, mutilen, hieran o den muerte en espectáculos públicos a animales”.

“Pero bienvenida sea la decisión de donde provenga. Lo importante es que este tipo de espectáculos, con sangre o sin sangre –pero, en todo caso, con maltrato, indignidad y dolor-, vaya desapareciendo de los escenarios públicos colombianos”, sentencia del “Econgresista” del Movimiento “Conservadores de Vida”.

Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán insiste en que espera que cada día sean más los colombianos que rechacen los espectáculos en los que se riegue sangre de animales inocentes en las arenas.