Por: Rodrigo Pareja

En el vetusto estadio de la manoseada democracia colombiana, está anunciado para el domingo 30 de mayo el más esperado y espectacular clásico de los últimos ocho años, a cargo del Colectivo La Decencia y el Onceno La Pernicia.

El primero de los mencionados equipos llega al encuentro sin mucha actividad reciente debido a la falta de oportunidades, ya que hasta hace poco carecía de una verdadera dirección técnica, de una alineación aceptable y de reales oportunidades. Carencia que ha suplido en los últimos meses con la contratación de dos expertos en estas lides, quienes en épocas pasadas demostraron su efectividad al consolidar en sus respectivas ligas, unas escuadras triunfadoras que alcanzaron excelentes resultados.

Tiene el colectivo de La Decencia, además, el refuerzo importante de dos jugadores que también en el pasado, en sus respectivos equipos, demostraron no sólo alta técnica sino que anotaron goles importantes en diferentes campos.

El Onceno La Pernicia, por su parte, hasta hace poco inmenso favorito para ganar el clásico del 30 de mayo, ha visto en los últimos días bastante rebajadas sus opciones, debido a que sus tácticas non sanctas, aplicadas a lo largo de todo el campeonato — campeonato sui géneris en el mundo, como que ha durado ocho años — han salido a relucir nuevamente por cuenta de los más reconocidos comentaristas.

Ante ese declive que hace peligrar una nueva conquista el domingo 30 de mayo, sus directivos — al mejor estilo del manirroto español Florentino Pérez — se dieron a la tarea de contratar renombradas figuras, algunas de las cuales aunque nacionales venían jugando en el exterior, y otras definitivamente extranjeras, con bastante recorrido, aunque no siempre como atildados exponentes del juego limpio.

También, en este empeño por reforzar el cuadro de cara a la gran final, los mentores de La Pernicia buscaron otros refuerzos en el mercado local, jugadores multifuncionales que han actuado no sólo en diferentes equipos sino en casi todas las posiciones.

Los comentaristas creen que el estadio va a estar, como dicen los taurófilos, con un poco más de media entrada, debido al escepticismo que en los últimos años esta clase de certámenes, y sobre todo la regular calidad de sus protagonistas, ha venido sembrando entre los aficionados.

Vaticinan, sin embargo que ante la presencia del equipo La Decencia, que tiene como novedad el debut de dos figuras sobre las cuales hay bastante expectativa por su desempeño, muchos jóvenes aficionados llegarán por primera vez al escenario deportivo y con su entusiasmo le pondrán color y calor a la disputa.

Hay sin embargo cierto temor por el arbitraje, pues por lo que se ha podido observar hasta el momento, quienes deberían ser asaz imparciales frente al esperado clásico, no lo han sido tanto. De ahí que se haya solicitado la presencia de observadores internacionales que den fe acerca de la limpieza y pulcritud con las que se cumpla este juego.

Lo único que se espera en que las reconocidas barras bravas de La Pernicia, caracterizadas siempre por el todo vale y por no respetar pinta, como se dice en el argot popular, se comporten a la altura de las circunstancias y no empañen con su accionar el crucial encuentro.