La votación del proyecto de Consulta Popular radicado el 1 de mayo por el presidente Gustavo Petro, se llevó a cabo esta tarde del miércoles, 14 de mayo de 2025, en plenario del Senado de la República. Al final, después de un rifirrafe protagonizado por el ministro del Interior, Armando Benedetti, convencido de que el secretario del Senado, Diego Alejandro González, había hecho una supuesta maniobra presuntamente fraudulenta, contando como negativo un voto que era positivo. Esta supuesta maniobra decidió la diferencia de dos votos a favor de hundir la Consulta Popular.
El ministro Armando Benedetti anunció que presentará denuncias penales y disciplinarias ante la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría y la Corte Suprema de Justicia, por presuntas irregularidades cometidas durante la votación del proyecto de ley de la Consulta Popular en el Senado de la República.
“El país fue testigo de un hecho inaceptable. Hubo una actuación deliberada que vulneró el debido proceso legislativo; se modificaron votos una vez cerrada la votación y se impidió que varios senadores emitieran su voto, a pesar de estar presentes en el recinto”, afirmó Benedetti.
De acuerdo con el Jefe de la cartera política, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, no cumplió con su palabra de someter a votación el proyecto sin maniobras dilatorias y el Secretario del Senado habría modificado el sentido de un voto ya emitido, alterando el resultado final.
“Hubo trampa, hubo fraude, y lo vamos a demostrar ante las autoridades competentes”, reiteró Armando Benedetti.

Agregó que tampoco se cumplieron los 20 minutos que deja el reglamento para votar, cuando iba ganando el “Sí”, y cinco personas más faltaban por votar en el momento que cerraron la votación.
El resultado de la votación fue apelada inmediatamente por la senadora María José Pizarro.
La otra cara de la moneda es que la votación frente a la apelación a la decisión de archivar el proyecto de Reforma Laboral, tomada por la Comisión Séptima del Senado, fue positiva, reviviendo la discusión de este Proyecto, también de iniciativa del Gobierno nacional.
Al respecto, Armando Benedetti aseguró que “es una pantomima de ellos”.
“Porque no se puede convocar extras ya que la legislatura llega hasta el 20 de junio. Entonces, yo no sé si en cinco semanas puedan hacer todo y verán que aquí no apoyan absolutamente nada, y lo que hicieron fue en contra del pueblo. Lo que está pasando es que el Congreso otra vez es quien le quita los derechos laborales a la clase obrera y al pueblo le quedará el camino de la calle”, expresó.
No obstante, la senadora Angélica Lozano, asegura que como esta apelación fue aprobada por consenso, ello implica una enorme responsabilidad |para la Comisión a la que vaya la discusión de la Reforma laboral: “les va a tocar trabajar de lunes a sábado” para que se hagan las audiencias públicas, se asigne ponente y se discuta de cara al País.
“No se puede hundir. No se le puede hacer conejo a los colombianos, Hay que actualizar la Ley laboral y recuperar los derechos quitados a los trabajadores in justamente”, dijo Lozano.
En ese mismo sentido, la exalcaldesa de Bogotá y precandidata a la Presidencia de la República, Claudia López, aseguró que fueron los trabajadores los que ganaron con la decisión del Senado de hundir la Consulta Popular.
La oposición -liderada por los partidos Centro Democrático, Conservador y Cambio Radical- está absolutamente convencida de que fue la mejor decisión para el País; para los micro, medianos y grandes empresarios; para la inversión; para el empleo y para la sostenibilidad empresarial. El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, y el presidente del Consejo Nacional Gremial, Camilo Sánchez, celebraron el hundimiento de la que llamaron “Consulta Populista”. Sin embargo, los presidentes de ACOPI, Rodolfo Correa, y de la ANDI, Bruce MacMaster, fueron morigerados, respetuosos, conciliadores y propositivos en torno de una reforma laboral que creen que es necesaria, pero que debe ser progresiva.
El recinto del Senado de la República vibró este miércoles, 14 de mayo de 2025, con las reacciones de quienes no aceptan la decisión por ser presuntamente fraudulenta y contraria a los intereses populares, y por quienes la aplauden por ser democrática presuntamente en contra de intereses populistas.