Con la firma de un crédito por 450 millones de dólares para financiar la construcción de la más moderna planta de tratamiento, en su género, de América Latina, el BID y EPM reafirmaron sus lazos de cooperación empresarial. El convenio incluye, también, la construcción del Interceptor Norte, que transportará hacia la planta las aguas residuales de Medellín y Bello.
Cuando entre en funcionamiento en 2012, EPM dará otro paso hacia la descontaminación del río Medellín. Hace 14 años, gracias a un crédito por 130 millones de dólares otorgado también por el BID, se financió la construcción de la planta San Fernando, en Itagüí, la cual recibe y trata las aguas residuales de los municipios del Sur del Valle de Aburrá. Ambas plantas constituyen los pilares del Programa de Saneamiento del Río Medellín, que se complementa con la instalación de colectores y redes de alcantarillado, y la construcción de interceptores paralelos al río. San Fernando y Bello, son dos de las cuatro plantas que contempla el Programa.
La idea es que en conjunto las plantas reciban la totalidad de las aguas residuales producidas por la industria, el comercio y las viviendas, y reviertan agua -después de un proceso de tratamiento biológico, químico y físico-, en buenas condiciones al río, para su recuperación definitiva. La operación conjunta garantizará niveles de oxígeno disuelto en el río Medellín aceptados mundialmente como indicadores de ríos descontaminados.
El crédito protocolizado este miércoles, 25 de marzo, como preámbulo de la Asamblea del BID, fue suscrito por su Presidente, Luis Alberto Moreno, por el Ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, como garante, y por el Gerente General de EPM, Federico Restrepo Posada.