Los estudiantes universitarios que se vienen movilizando desde hace casi dos meses, tienen claridad absoluta sobre las cifras económicas que, según dicen, necesitan las universidades públicas de Colombia. Para terminar el año 2018, el gobierno del presidente Iván Duque debe desembolsar 560 mil millones de pesos.
Sebastián García Tapias, cofundador de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior -ACREES-, afirma que sólo con esos 560 mil millones podrán las 32 universidades que componen el Sistema Universitario Estatal -SUE- terminar el semestre. Pero -agrega- son fundamentales 3,2 billones de pesos para el funcionamiento de las mismas, más 1,7 billones de pesos para las Instituciones Técnicas, Tecnológicas y Universitarias, además de 15 billones para la recuperación de la infraestructura física, que es la deuda histórica del Estado con la universidad pública. Fuera de las cifras anteriores, reclaman 700.000 millones de pesos para el fortalecimiento de la Ciencia y la Tecnología.
Por otro lado, rechazan el programa “Generación E”, del gobierno de Iván Duque, que consideran más de lo mismo que en el gobierno de Juan Manuel Santos se denominó “Ser Pilo Pago”. García Tapias dice que no es más que otro crédito disfrazado, al estilo del ICETEX, cuyo rubro asciende a más de 4,3 billones de pesos, que finalmente terminan en las arcas de la universidad privada.
Sebastián García está convencido de que las marchas universitarias no pararán hasta que el Gobierno Nacional actúe conforme a la lógica de la necesidad de responder, por fin, a los requerimientos económicos de la educación pública universitaria. Entre otras, ya se entendió que el mandato presupuestal contenido en la Ley 30 de 1992, que señalaba el incremento anual sólo del IPC para las universidades, era regresivo. De ahí la decisión de cambiar el incremento anual por el IPC más tres (3) puntos en 2019 y el IPC más cuatro (4) puntos en 2020: se trata de un cambio que empieza a ser progresivo y real.
