Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El Grupo Empresas Públicas de Medellín –EPM- pasa por la peor crisis de su historia debido a la emergencia del Proyecto Hidroeléctrico de Ituango –Hidroituango-. Superar la emergencia que empezó el 28 de abril pasado va a costar cerca de 7 billones de pesos, de los cuales se requerirán 2.5 billones para reparar los daños que se causaron, 1 billón para reparar a las víctimas y, de completarse el Proyecto, 3.5 billones de pesos de ingresos que no se van a obtener.

Ante este panorama que es objetivo, la presidente del Concejo de Medellín, Aura Marleny Arcila Giraldo, dice que es necesario que EPM cuente con los recursos necesarios para retomar el control de Hidroituango, corregir los problemas que causaron la emergencia, reparar los daños, generar energía para asegurar el desarrollo de las comunidades que están en peligro y, por supuesto, seguir garantizando energía para el desarrollo de Colombia.

“El dinero necesario saldrá de la enajenación de las participaciones accionarias minoritarias de EPM en varias compañías, que no significan control ni administración directa. Pero a los ciudadanos de Medellín debe quedarles claro que, si bien el proceso de vender acciones de empresas en las que EPM tiene participación minoritaria es dolorosa, no es menos cierto que la prioridad es obtener los recursos necesario para retomar el control completo de Hidroituango y concluir la Obra”, explica la Presidente del Concejo.

La Concejal del Partido Liberal recuerda que EPM decidió expandir sus operaciones al exterior porque el negocio de energía, específicamente, tiene un tope de regulación que le impide tener más de una cuarta parte del mercado. Por eso, decidió conformar un grupo de empresas nacionales e internacionales que le permitiera crecer sus operaciones, sobre la base de la rentabilidad de los negocios tradicionales y de la eficiencia demostrada en la prestación de servicios públicos del corazón de la empresa en Medellín y Antioquia. La dirección estratégica de lograr el aumento de los ingresos y la estabilidad de los mismos, se hizo con el propósito de aumentar los beneficios para Medellín, sin afectar la operación normal en la Ciudad y el Departamento.

“Debe quedar absolutamente claro que las actividades originales de EPM de generación, distribución y comercialización de energía en Medellín, Antioquia y buena parte del Occidente del País están intactas; la infraestructura existente no ha sufrido daño alguno; la Ciudad, la Región y el País siguen contando con servicios públicos con los mínimos estándares de calidad de siempre”, precisa.

Pero, Aura Marleny Arcila insiste en que si no se venden las acciones de EPM se está poniendo en peligro el futuro de la Empresa y el patrimonio de los ciudadanos.

“Se trata de incumplir la MEGA, de volver a las fuentes, de repensar la estrategia para terminar bien lo que se empezó y asegurar la estabilidad del corazón del Grupo EPM, que es Empresas Públicas de Medellín”, manifiesta.

La Presidente del Concejo de Medellín sentencia, finalmente, que votará positivo la enajenación solicitada por el Alcalde y la Junta Directiva de EPM, si y sólo si se asegura la correcta y exclusiva orientación de los recursos a salvar vidas, devolver la tranquilidad a los habitantes cercanos al Proyecto y garantizar en el mediano plazo la generación efectiva de energía para salvar el corazón de EPM y ver con optimismo el futuro energético de Colombia.