Liliana Rendón y Róger Vélez, en Sinergia Informativa.

Liliana Rendón aspira a ser la primera alcaldesa de Medellín elegida con voto popular. Con 35 mil firmas, ya arrancó en busca del aval de la Registraduría Nacional del Estado Civil al grupo significativo de ciudadanos “Movimiento Lilianista”, porque no cree en los avales de los partidos, después de lo que le ocurrió hace siete años con el partido Centro Democrático: pese a haber ganado la consulta interna para ser la candidata única a la Gobernación de Antioquia por esta colectividad, el director de Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, le dio el aval al también precandidato Andrés Guerra Hoyos, no obstante haber sacado menor puntaje que ella.

“Una mala decisión que no solo me hizo daño a mi sino que también le hizo daño a Centro Democrático (…) Si en algún momento conocí la traición fue en ese momento”, dijo Liliana Rendón a Sinergia Informativa.

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Liliana Rendón dice que va por firmas para proteger su aspiración y responder confiablemente a los colectivos de mujeres y a todos los que la están acompañando en su aspiración. Sin embargo, está convencida de que sola no llegará a la Alcaldía. Dice que se necesita unión de la derecha y la centro derecha para tener opción real de triunfo. Aun así, segura de que la contienda será entre dos extremos políticos e ideológicos, espera hacer parte de una propuesta que termine con la polarización que actualmente sufre la Ciudad.

Consecuente con lo que le ocurrió en 2015, Rendón afirma que no se someterá a encuesta o consulta, porque no cree en ellas. Para la aspirante por el “Movimiento Lilianista”, el mecanismo de escogencia de candidato o candidata única debe ser el consenso.

Liliana Rendón está convencida de que hay una deuda que saldar con quienes la apoyaron en su precandidatura a la Gobernación de Antioquia en 2015 cuando Centro Democrático le aplicó lo que denomina el “Lilianazo”.

Su bandera inicial, mientras construye una propuesta de la mano con las necesidades, problemas y expectativas de los habitantes de las 16 comunas y cinco corregimientos de Medellín, es el trabajo social comunitario que le permitan acabar con el hambre de los niños y el embarazo de las niñas, entre otras problemáticas humanas que ha encontrado en sus visitas a las comunidades.