Por: Ramón Elejalde Arbeláez
Así parece. Regresa tan abrupta e intempestivamente como se fue hace ya algunos años. Lo hace, antaño y hogaño, con una enorme carga de oportunismo. Su partida, para sumarse a la boyante fuerza uribista que crecía políticamente por todo el suelo patrio, se produjo cuando el liberalismo colombiano iniciaba una etapa de grandes dificultades. Regresa cuando su proceso de recolección de firmas fracasa, después de intentar otros respaldos institucionales y cuando sus últimos mejores amigos, para emplear una frase de moda, le negaban el aval para aspirar a la Alcaldía de Medellín.
Pretende regresar Luís Pérez al liberalismo no solo maltratando de palabra al jefe del Partido, Rafael Pardo, sino exigiendo una consulta para escoger candidato único, aupado por quienes hace escasos meses conejeaban el partido en la última consulta que fue la utilizada para escoger candidato a la presidencia de la República. No podemos olvidar los liberales que quienes hoy hinchen el pecho con la nueva adquisición, acompañaron a Rafael Pardo en la consulta, en contra de su paisano Aníbal Gaviria y que cuando el exgobernador quedó de segundo en este evento y honró su palabra adhiriendo al ganador, la mayoría de los viejos amigos de Pardo huyeron para otros partidos, unos de frente como César Pérez y otros a hurtadillas. Quienes ayer burlaron la consulta hoy la exigen, seguramente para volver a desconocerla. Para decirlo en plata blanca, en todo este risible y vergonzoso episodio, no existe más que el interés de poner trabas y palos en la rueda a la candidatura ganadora de Aníbal Gaviria a la Alcaldía de Medellín.
La intención de regreso condicionado de Pérez al partido Liberal no es un proceso de convicción, hace pocos meses sostenía en privado que a él poco le interesaba un partido que tenía una presencia muy precaria en la ciudad de Medellín. Entiendo que como “alma sin pena” deambulaba el doctor Pérez Gutiérrez por varias casas políticas en busca de salvación (llámese aval) y cree ya haber encontrado su paz, su objetivo. Anuncia su regreso al partido el día en que se vence el plazo de inscripciones, ¡qué diciente es esta actitud! y lo hace poniendo condiciones, hablándole duro al Jefe y maltratando a los leales con la causa. Tras de gordo hinchado, decían las abuelas.
Claro que me temo mucho que la directiva nacional del gran partido rojo no le van a dar la bendición a la inscripción de Luis Pérez, como precandidato a la Alcaldía de Medellín, como en efecto ya se lo anunciaron. Los estatutos del partido (Artículo 96-1) señalan que el miembro de la colectividad que desee ser avalado para un cargo de elección popular debe ser militante del partido por lo menos un año antes de solicitar el aval. Por todos es conocido que Luís Pérez en el último año ha estado muy activo políticamente, pero haciendo campaña en contra del Partido Liberal y de sus candidatos. En la pasada campaña presidencial se dedicó a sonsacar liberales para la causa del Partido de la U.