Por: Ramón Elejalde
La decisión del doctor Álvaro Uribe de vincularse definitivamente en la política partidista para las próximas elecciones, en lo que está en todo su derecho y las declaraciones de su parlante mayor, José Obdulio Gaviria, en el sentido de que el partido de la U, la expresión más genuina de esa corriente política, solamente hará coaliciones con su socio natural, el partido Conservador es una declaración de guerra política a la Unidad Nacional del presidente Juan Manuel Santos, pues de esta hacen parte también los partidos Cambio Radical y Liberal.
Cuentan privadamente algunos allegados al ex presidente que fue precisamente la llegada del liberalismo al Gobierno de Unidad Nacional y las cuentas de cobro que Uribe Vélez tiene con Germán Vargas Lleras, lo que motivó su decisión de reintegrarse rápidamente a la política. En reuniones privadas el doctor Álvaro Uribe ha venido promoviendo la idea de que el candidato a la Gobernación debe ser de filiación conservadora y a la Alcaldía de Medellín el candidato debe ser un integrante de la U. Le casa perfectamente la propuesta para de paso consumar parte del desquite contra Germán Vargas y también para continuar su obra de exterminio iniciada en su gobierno contra el partido Liberal. Evidentemente que ahora le quedará mucho más difícil, pues sin presupuesto, sin auxilios y sin puestos la cosa es a otro precio.
El jefe del Uribismo, es decir, el mismo doctor Álvaro, quiere imponer sus candidatos. In péctore tiene a Fabio Valencia Cossio como su figura para la Gobernación y para la Alcaldía de Medellín sus segundos han venido insinuándole al conservador Gabriel Jaime Rico que abrace las huestes de la U, para aclamarlo como su candidato. De hecho son varias las reuniones que ya han realizado entre algunos ideólogos de la U y Gabriel Jaime, para ultimar detalles sobre su necesaria voltereta. Nada que objetarle a los dos nombres, pero el conservatismo se despacha y ¡de qué manera!
Uribe Vélez está jugando a tres bandas, al menos eso cree él: Demuestra que es el líder del partido de la U y también del partido Conservador; le envía un mensaje subliminal a Santos para que comprenda quién es el jefe y le cobra por ventanilla a Cambio Radical y al liberalismo, a quienes seguramente intentará sacar de la Unidad Nacional utilizando el tema electoral y la oposición de los uribistas pura sangre a los más importantes proyectos del Gobierno en el Congreso. Obviamente que el ex presidente va a cometer el error de enfrentar con sus candidatos a amigos que siempre lo han apoyado o a contradictores que lo han respetado. Continúa pues el espíritu camorrero e imperando el concepto de que fuera de ellos no hay salvación.
Algunos sectores santistas han venido promoviendo la idea de no confrontar a Uribe Vélez en Antioquia, Córdoba y posiblemente el Valle, comprendo la propuesta con respecto a los dos primeros departamentos, pero no entiendo la inclusión del último.
Se avecinan acontecimientos políticos de gran importancia y eso está muy bien. De antemano propongo uno viable y lógico: Iniciar la reunificación del liberalismo con un acercamiento entre este partido y Cambio Radical.
Notícula 1. ¡Hombre Ramos!, escupiste para arriba y te cayó la saliva en la cara. Mira cómo están las carreteras de Antioquia. Olvidaste todo lo que dijiste cuando recibiste el mandato y también entonces había un invierno tan crudo como el actual.
Notícula 2. El gravísimo derrumbe en la carretera al mar hace más necesario el túnel de Boquerón de Toyo, mucho más urgente su construcción que el embeleco del túnel de Oriente que no es financieramente viable, como lo demuestra un estudio contratado por la Gobernación de Antioquia a un costo superior a dos mil millones de pesos y que el Gobernador ha desechado por las contundentes conclusiones que trae, para ordenar otro donde seguramente le dirán lo mismo, si la firma es idónea y responsable. Más de dos mil millones de pesos arrojados al tarro de la basura. Manos a la obra.