Por: Alfaro García
La educación sexual y reproductiva ha tenido debates culturales y religiosos frente a los derechos de los adolescentes vs. procreación y familia nuclear. Especialmente porque en la sociedad colombiana persiste el miedo religioso y “moral” a la planificación familiar y a enseñar a los niños sobre los enfermedades de transmisión sexual y todo lo relacionado con el sexo. El resultado ha sido una educación sexual tímida y con muchos “tapujos culturales” frente a la realidad.
La política nacional de educación sexual y reproductiva ha tenido los siguientes objetivos:
– Maternidad segura
– Planificación familiar
– Salud sexual y reproductiva de adolescentes
– Cáncer de cuello uterino
– Infecciones de trasmisión sexual y reproductiva
– Violencia intrafamiliar
Como se ve, a los objetivos trazados por la política nacional en materia de educación sexual, le hace falta, precisamente, el componente de la educación y la familia como eje central de la sociedad. Por lo tanto, los resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud –ENDS- de 2010, no deben asombrarnos.
Los resultados de la ENDS son totalmente contrarios a la política nacional y reproductiva de Colombia:
– Los embarazos adolescentes no deseados, aumentaron
– Las mujeres equiparan a los hombres en portadoras del VIH
– Muchos no saben y conocen cómo prevenir y tratar enfermedades de transmisión sexual
– La familia no es nuclear, es diversa (madresolterismo, madres o padres cabeza de familia, familias con abuelos, hermanos y sobrinos, entre otros)
– La educación sexual se hace cuando los jóvenes han iniciado su vida sexual
– Las mujeres de estratos bajos tienen más hijos que las de estratos altos, lo que perpetúa la pobreza
Entonces se hace necesario reformular una política de educación sexual y reproductiva a nivel nacional y en las entidades territoriales, con un enfoque integral para prevenir y proteger a nuestros adolescentes. Esa reformulación debe partir de respondernos algunos interrogantes.
– ¿Educación sexual es sólo promocionar los métodos anticonceptivos gratuitos en las EPS?
– ¿Prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, se hace sólo con publicidad en los medios de comunicación?
– ¿Se convierten los “tapujos culturales” frente a la educación sexual en obstáculo para la prevención y la educación sexual?
– ¿Tiene la descomposición familiar repercusiones en la vida sexual y reproductiva de los jóvenes?
El reto de las instituciones del Estado, la sociedad civil y las familias es cambiar el panorama actual de los embarazos adolescentes, los abortos ilegales, el madresolterismo y las enfermedades de transmisión sexual, por el de un futuro prometedor para las nuevas generaciones de ciudadanos.
Ya está demostrado que las inversiones públicas para prevenir el embarazo adolescente fracasan si no tienen un enfoque integral de educación sexual y reproductiva. El ejemplo es el del proyecto Sol y Luna de la Alcaldía de Medellín que buscaba prevenir el embarazo adolescente con un presupuesto de más de un millón de dólares, y con los siguientes componentes:
1) Fortalecimiento de la Oferta de la Red Pública: Mejoramiento del acceso y la calidad de los servicios de salud sexual y reproductiva para los adolescentes en Medellín
2) Movilización Social y Sensibilización
3) Investigación, evaluación y difusión de resultados
Es una muestra del desprecio a la educación sexual integral, que deja como resultado un programa fracasado, como lo evidencian los resultados de la ENDS que, además de los señalados arriba, expresan que muchas mujeres no conocen bien enfermedades sexuales como el Papiloma Humano.
La propuesta es clara, expresa y sencilla: una articulación y coordinación del Estado, la sociedad civil y las instituciones educativas y de salud, con el eje central de la familia para la educación sexual y reproductiva.