Las elecciones internas en las que se definieron los candidatos a la Presidencia de la República de partidos de la oposición, demuestran que en Colombia se mantiene el fervor Uribista y que el acompañamiento al Presidente será mayoritario, tanto en el proyecto de reelección que analiza la Corte, como en la conformación del nuevo Congreso de la República en marzo próximo. Ante la baja votación que se registró a lo largo y ancho del País, hay que decir que poco ha sabido manejar la oposición su papel, que debería haber estado marcado por ideas constructivas y no sólo por ataques y peleas, como suele ser el accionar de muchos.
Sin embargo hay que rescatar el brillante papel que jugó Aníbal Gaviria, llevando por toda Colombia una campaña limpia, sin ofensas, dando a conocer los logros de sus cuatro años como gobernador de nuestro departamento y demostrando que Antioquia es una tierra que produce dirigentes de buena talla.
Las lecciones que dejó esta elección interna son que hay Uribismo para mucho rato y que así como lo ha dicho el mismo Presidente de la República, también hay nuevas opciones de líderes que se vienen consolidando a favor de la democracia. Nuestra apuesta será fortalecer cada vez más los ejercicios democráticos al interior de los partidos para ampliar la base de participación y estén en manos de la gente del común todos los mecanismos directos para determinar quién nos gobierna.
Los partidos políticos sólo hacemos parte de la institucionalidad necesaria para dar garantías de pluralidad. En un país con visiones diferentes, debe haber un número de partidos que represente el pensamiento de todos y nos ofrezca plataformas para acercarnos al Estado. Esa es la finalidad del ejercicio político.