Agencia Virtual de Prensa –AVP-. Mucha complacencia siente la concejal de Medellín, Aura Marleny Arcila Giraldo, con la decisión del Gobierno Nacional de postergar la venta de las acciones de Isagen. Ello implica, obviamente, que Empresas Públicas de Medellín deberá hacer lo mismo con la intención de enajenar sus acciones en la Electrificadora, las cuales están valoradas en cerca de 650 millones de dólares.

En julio, la Corporada liberal había votado negativo el Proyecto de Acuerdo por medio del cual el Concejo de Medellín habría de autorizar a EPM la enajenación de las acciones de una Empresa convertida en modelo a seguir en América Latina, Compañía que en 2013 entregó utilidades por 460.903 millones de pesos y que en prospectiva augura utilidades cercanas a los 9 billones de pesos. “Es decir, casi el doble del valor de su venta a las firmas internacionales interesadas, si se tiene en cuenta que el Gobierno Nacional pretendía recaudar más de 5 billones de pesos, sin que aún hayan entrado en funcionamiento las hidroeléctricas Hidrosogamoso y Amoyá”, explica.

Aura Marleny Arcila había argumentado su voto en contra, en la obligación moral de conservar para las futuras generaciones los activos que puedan financiar la conservación del medio ambiente, la plataforma energética para la competitividad del País y la inversión social. Recuerda que Isagen posee las centrales hidroeléctricas de San Carlos, Jaguas y Calderas en Antioquia y que del manejo de estas Centrales Hidroeléctricas dependen los ecosistemas de las cuencas de los ríos Guatapé, Nare, Afetanes y Calderas, en donde se genera el agua para los antioqueños y la energía para los colombianos.

“Y en particular, al conservar la participación accionaria de EPM en Isagen, es posible continuar generando utilidades que permitan fortalecer los planes de desarrollo del Municipio de Medellín”, había dicho la concejal Arcila Giraldo en el primer debate de la Comisión Primera de la Corporación, en el cual su voto negativo impidió que se aprobara la enajenación del 12.95 por ciento de las acciones de EPM porque iba en contravía de salvaguardar el patrimonio público y la regulación del valor de los servicios públicos.

Puede quedar la inquietud que si el Gobierno Nacional no subasta el 57.1 por ciento de las acciones de Isagen, entonces no tendrá con qué financiar  las obras de Cuarta Generación que tienen un costo total de 45 billones de pesos. Pero, se pregunta la Concejal de Medellín, “¿vale la pena sacrificar la gallina de los huevos de oro para resolverles el problema económico a los concesionarios de estas obras de infraestructura vial, a sabiendas de que sus utilidades futuras superarán los 5 billones de pesos que es lo que el Gobierno proyecta destinar con la venta de ISAGEN…? ¿A sabiendas de que Isagen es una empresa fundamental para el desarrollo del País y que vendiéndola sólo ganan los particulares y perdemos todos los colombianos?”