Por: Francisco Galvis R.
El ingeniero Álvaro Villegas Moreno, a quien el conservatismo antioqueño le debe pasados triunfos, al igual que algunos pocos pero sonados fracasos, suele reaparecer en la escena pública cada vez que hay elecciones y esta vez no ha sido la excepción.
El doctor Villegas recién dio a conocer un documento dirigido a la feligresía conservadora de Antioquia en el que, con inusitada falta de tacto, descalifica la consulta al pueblo para la selección del candidato a la gobernación y a la vez privilegia los conventículos a los que vienen acostumbradas ciertas élites, para las que el elector, y según la expresión del doctor Laureano Gómez, es solo “ignaro e inepto vulgo”. Valdría la pena recordar en este punto, que conventículo es sinónimo de conspiración.
Se queja el ingeniero Villegas Moreno porque el presidente del Directorio Conservador, doctor Humberto Tejada Neira, lo mandó a leer los estatutos y no le faltará razón a este porque, por ejemplo, para ser Veedor del Partido, que es la condición que invoca el articulista, se requiere tener las mismas condiciones que para ser magistrado y es sabido que el doctor Villegas no es abogado y sí un afortunado comerciante inmobiliario, que con el paso de los años ha decrecido en su influencia sobre las bases conservadoras, al punto que no logró elegir al joven Mauricio, su vástago, como concejal de Medellín. Además, la asechanza no está prevista en los estatutos.
Lo lamento por el apreciado doctor Villegas porque, en contradicción con él, la democracia está funcionando al interior del conservatismo bajo la impecable presidencia del doctor Tejada Neira, quien podrá no tener los pergaminos suyos y de otros, pero sí un entusiasmo contagioso.
Se queja el ilustre ingeniero porque al interior del Partido subsisten movimientos diversos que responden a orientaciones distintas. Ello es cierto e inevitable, como lo fuera en tiempos en que el mismo doctor Villegas Moreno se disputaba el favor conservador con émulos del peso específico de los doctores Vélez Escobar, Vélez Urreta y Valderrama Agudelo. ¿Hay algo de malo en ello? Nada, absolutamente nada. Así operan las colectividades vigorosas, lo demás es caudillismo pernicioso.
Le tenemos malas noticias al ingeniero Villegas Moreno. En reunión convocada por el Directorio Departamental, los aspirantes a la candidatura conservadora acordamos tres cosas fundamentales, que quizá no le gusten: la primera, trabajar por un consenso que al menos permita llegar a la consulta con solo dos o tres precandidatos; la segunda, respaldo a la obra espléndida del gobernador Luis Alfredo Ramos Botero; y, la tercera, apoyo total a la gestión de la directiva que preside el doctor Tejada Neira.
Estamos trabajando, jefes, directivos y aspirantes, consultando los mejores intereses del conservatismo y del departamento y no guiados por intereses subalternos, aunque de cualquiera parte podría saltar la liebre que le juegue una trastada a quien resultare ser el candidato del Partido.
Tiro al aire: a las admoniciones y regaños del doctor Villegas Moreno les faltó autor con vigencia política. Pueden seguirme en Twitter: @franjagalvis.