De acuerdo con la inspección realizada por técnicos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, las probables causas de la tragedia de la Urbanización alto Verde, se encuentran asociadas al aumento del nivel freático por las altas lluvias que se han presentado en la región durante los últimos meses, sumado al mal manejo de las aguas de reboce del tanque de tratamiento de aguas localizado en la parte superior, la precarias condiciones de inestabilidad del talud y finalmente a la acelerada e inadecuada intervención que se ha venido realizando en los últimos años en la parte alta de la ladera, lo cual ha modificado el régimen de aguas y la estabilidad de los terrenos en la parte baja.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá recomienda realizar un estudio en el que se modele y evalúe en detalle la estabilidad del talud que falló y generó esta grave emergencia, con el fin de determinar el grado de afectación que tuvo cada una de las causas anteriormente descritas.
Como un deslizamiento rotacional simple en suelos residuales describieron los expertos el alud que afectó la urbanización Alto Verde. El volumen del material desplazado fue de aproximadamente 13 mil metros cúbicos. Explican que la masa de tierra deslizada finalizó en el nivel inferior donde se encontraban localizadas las viviendas, ya que éstas no sufrieron desplazamientos de sus fundaciones, sino desplazamientos de sus niveles superiores por los empujes de la masa desplazada.
Posterior al movimiento definido como rotacional simple, la masa se convertió en un flujo de tierras que se desplazó aproximadamente 100 metros, hasta llegar a la margen izquierda de la quebrada Sanín.
Sobre la margen izquierda del límite superior del deslizamiento se observa una grieta considerable de aproximadamente 30 metros, que amenaza con el desprendimiento del bloque derecho de la ladera. Adicionalmente, se evidencia un movimiento lento de este bloque, que aunque ya sufrió desplazamientos pequeños no continuó con el movimiento del talud fallado. Esta situación evitó que se viera afectada la vivienda No 1. Sin embargo, es necesario tomar medidas correctivas ya que dicho material se encuentra suspendido con una estabilidad muy precaria.
Los técnicos consideran que las laderas del Valle de Aburrá son áreas susceptibles a la ocurrencia de este tipo de eventos y hacen parte de la dinámica natural y evolución del valle.
Esto se evidencia en que gran parte de la vertiente oriental y occidental están recubiertas por depósitos de vertiente que son el resultado de antiguos movimientos en masa de grandes proporciones. Por lo tanto, la intervención y ocupación inadecuada del territorio sumado a dichas condiciones naturales de susceptibilidad han generado escenarios propicios y con altas probabilidades de ocurrencia de fenómenos como el ocurrido el pasado 16 de noviembre.
Debido a esta grave problemática que afecta nuestra región, el Área Metropolitana ha venido realizando grandes esfuerzos que permitan reducir las afectaciones generadas por este tipo de eventos, al igual que las inundaciones y avenidas torrenciales. Parte de estas acciones es la implementación, a partir del próximo año, de un Sistema de Alerta Temprana, diseñado en convenio con la National Oceanic and Atmospheric Administration de EE. UU. (NOAA), que permita monitorear y predecir la ocurrencia de este tipo de eventos. Dicha información permitirá tomar acciones acertadas y evitar pérdidas humanas.
De igual forma, en convenio con la Universidad Nacional de Colombia, el Municipio de Medellín, Corantioquia y el Municipio de Envigado, el Área Metropolitana se encuentra realizando el mapa de amenaza, vulnerabilidad y riesgo por movimientos en masa, inundaciones y avenidas torrenciales para todo el Valle de Aburrá, que permitirá identificar las áreas de mayor amenaza y vulnerabilidad de la región y las restricciones que deberán imponerse a estos lugares para la ejecución de nuevas construcciones.