Por: Jhon Fredy Hoyos Murillo
La desfachatez y el cinismo no conocen límites en la Colombia actual. Los candidatos Andrés Felipe Arias Leiva y José Galat, en un foro del periódico El Colombiano, enarbolan propuestas basadas en teorías que riñen con los preceptos de la ortodoxia económica o con las más sentidas necesidades del pueblo colombiano, veamos:
Andrés Felipe Arias pregona “la enajenación (se cuida de decir privatización) de Ecopetrol en un porcentaje del 20%”. Es bien sabido que ya este gobierno privatizó el 10 % de la compañía petrolera y también, es lugar común, que cuando los políticos anuncian algo, fácilmente lo extienden mas allá de lo anunciado, es decir, que es bastante probable que en un par de años se voltee la participación accionaria y Ecopetrol se convierta en una empresa privada. Un Estado deficitario y endeudado vende su patrimonio y sus empresas rentables y queda pendiendo de los recursos del crédito y de un régimen tributario mañoso, clientelista e ineficiente, para poder sobrevivir. La ruina de las finanzas del Estado tiene que ser el corolario funesto de esta patraña.
Otra perlita de “Uribito”: “Pignoración de un porcentaje pequeño del sistema general de participación”. Primero, porque a juicio del candidato de las familias en acción, el principal problema económico del país es el de la infraestructura vial, ésta es una muy estrecha o parcializada visión de la realidad económica; y segundo, porque el constituyente sabio y consciente de que el verdadero vuelco estructural en el desarrollo de Colombia, tenía que darse con una decidida inversión en tres sectores sociales básicos a saber: educación, salud y saneamiento; así lo plasmó en la Constitución Política. Los últimos gobiernos hicieron ya un recorte en el sistema y, el próximo si Arias vence en las urnas, planea recortar todavía más estos recursos. Colombia bajo este criterio, seguirá rezagando la atención de sus históricos problemas de desarrollo y justicia social.
El candidato de las cifras y del pragmatismo económico no menciona, ni de lejos, la gravación de la propiedad terrateniente improductiva, ni el desmonte de las exenciones tributarias que llegan varios billones de pesos, ni de un efectivo impuesto a la renta. ¡Faltaría más!: él es el hombre de las Familias en Acción…, perdón, del Agro Ingreso Seguro.
A José Galat hay que valorarle sus energías porque, siendo octogenario, continúa vigente. Su presencia permite hacer un discernimiento del concepto de renovación y cambio en el Partido Conservador:
Vuelve con la falacia de “que las cooperativas satanizan el lucro”. Queda perfectamente claro para cualquiera que haya echado un ligero atisbo a los principios cooperativos y su historia, que esta es una alternativa de desarrollo válida para cualquier sistema o estado en el desarrollo económico. Las cooperativas no satanizan el lucro. Uno esperaría de un rector universitario y candidato a la presidencia, unas posiciones más serias y con algo más de fundamento en la teoría económica.
El colmo de la ignorancia o, por lo menos, de la ingenuidad de Don José, es que ante el estado deficitario del presupuesto nacional, sea necesaria la emisión primaria del Banco de la república como capital de trabajo de sus 200.000 empresas comunitarias. Esa es – abuelito- una bomba inflacionaria. La común salida de la charla de barrio: – “si en Colombia no hay plata, entonces por qué no se hacen más billetes y nos lo reparten a todos” – . Muy pueril y tremendamente peligroso, el universo económico del Dr. Galat.
No puedo terminar el análisis de este candidato sin ponderar las virtudes del adalid del cambio: el Dr. Galat dirige un entretenido programa de televisión llamado “Un café con Galat”, en donde analiza los problemas de Colombia pasando sus soluciones por el filtro de la palabra de Dios, la biblia es el instrumento para el progreso y para la prosperidad social (dice Galat). En sus últimos programas, por ejemplo y en compañía, entre otros, de su invitado el senador Juan Manuel Corso (también conservador), se analizaron, entre otros, los siguientes temas:
- La importancia y necesidad del celibato para servir plenamente a Jesucristo
- La condena bíblica al homosexualismo como una aberración contranatura
- La negación de la teoría científica Darwiniana de la evolución de las especies y la defensa de una nueva, surgida del creacionismo, a la que se ha llamado Teoría del Diseño Inteligente
Como se ve, todos estos son temas de trascendental importancia para el desarrollo político, social y económico de la patria.
Tengo que decir, con mucha formalidad, que candidatos como estos son necesarios porque en el análisis de temáticas tan pesadas, le imprimen humor al debate político. Lástima que para la realidad nacional, estos candidatos de comedia terminen siempre convertidos en una verdadera tragedia.