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Con la realización del foro “Alternativas de Desarrollo”, que tendrá lugar este miércoles 25 de marzo en el auditorio del Pequeño Teatro, se dará inició oficial a la “Asamblea de los Pueblos”, reunión alterna a la 50º Reunión Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que sesionará en Medellín entre el 27 y 30 del mismo mes.
Será la primera vez en la historia de las reuniones anuales del BID que un amplio número de movimientos sociales de toda América se congregan en torno a un encuentro paralelo que busca, principalmente, cuestionar el papel que ha jugado el organismo multilateral en el desarrollo de los países de la región.
A lo largo de cinco días de intensa programación, que culminarán el domingo 29 de marzo, los cerca de mil delegados de Latinoamérica y EE.UU que se espera asistan al evento pondrán en común sus apreciaciones sobre lo que han denominado “el fracaso del BID en el cumplimiento de su mandato tras 50 años de funcionamiento”.
En su apertura oficial, la “Asamblea de los Pueblos” abordará desde las 8:30 de la mañana y hasta las 5:00 de la tarde, las temáticas de la crisis económica y financiera y el rol del BID en la región; vulneración de derechos humanos y ambientales y alternativas al modelo de desarrollo.
Allí, gracias a la participación de reconocidos académicos internacionales, los conferencistas esperan poner de relieve cómo las políticas sociales y económicas apalancadas con préstamos del Banco Multilateral no han incidido en la superación de la pobreza y la desigualdad en la región.
Las cifras parecen darles la razón: últimas estimaciones disponibles para los países de América Latina señalaban que a 2007, un 34,1% de la población se encontraba en situación de pobreza; es decir, unos 184 millones de latinoamericanos son pobres y de ellos, un 12.6%, equivalente a unos 68 millones de personas, viven en la indigencia.
Para el movimiento Frente BID, nombre que agrupa a las más de 60 organizaciones responsables del evento, otro aspecto igual de preocupante es la desigualdad, siendo América Latina y el Caribe la región del mundo con las mayores desigualdades en la re-distribución del ingreso: las entradas per cápita del 10% más rico supera, en muchos países, en cerca de 20 veces el del 40% más pobre.
Si bien las cifras son contundentes, ¿cuál puede ser la responsabilidad del BID en este escenario? Vince McElhinny, director de programas para América Latina del Bank Internacional Center (BIC) ofrece su explicación al respecto: “En muchos casos los proyectos de desarrollo financiados por el BID han tenido costos sociales muy altos, donde los perjuicios han sido mayores que los beneficios”.
Para McElhinny, otro de los aspectos que no ha permitido que haya un mayor impacto en la superación de la pobreza gracias a los empréstitos del BID lo constituye la composición del mismo Banco.
En el BID hay 22 socios no prestatarios, es decir, quienes aportan capital para luego conceder préstamos y 26 prestatarios o, en términos más claros, los receptores de los desembolsos. Los créditos se otorgan a tasas de interés superiores a las que se pueden obtener en los países no prestatarios, en este caso los prestamistas y, de paso, se condicionan a la imposición de orientaciones políticas y económicas del interés del mayor socio prestamista: los Estados Unidos, que son dueños de más del 30% Banco.
Este experto estará presente en Medellín y, junto a reconocidas personalidades del orden mundial que han dedicado parte de su vida al estudio de la banca multilateral como Eric Toussant, presidente del Comité por la Anulación de la Deuda Externa; Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Nacional Constituyente del Ecuador; y Eduardo Gudynas, consultor uruguayo para temas ambientales, propondrán un debate académico de puertas abiertas sobre el BID, el desarrollo, la deuda externa, entre otros temas.
“Nosotros no esperamos generar un gran impacto en la Asamblea oficial. Lo que queremos es impactar en la sociedad en general, que la gente conozca esa otra realidad sobre el BID y los proyectos de desarrollo”, aseguró a su vez Jorge Gómez, miembro del comité organizador de la “Asamblea de los Pueblos”.
No obstante, al final del encuentro se producirá un documento que recoja propuestas de desarrollo alternativo que garantice la plena vigencia de los derechos humanos de toda la población y que esté en armonía con el medio ambiente y la soberanía de los pueblos, pues como anota Gómez: “aquí no vamos a cuestionar el desarrollo, pues, ¿Quién está en contra de las obras que generan desarrollo? Lo que proponemos es una reflexión sobre el modelo de desarrollo propuesto por el BId en los últimos 50 años y cómo ese modelo merece re-plantearse pues no ha ayudado a superar la pobreza”.