Por: Gabriel Zapata

Tres años después de haberse producido la más profunda crisis económica global, registrada en septiembre de 2008 y cuyos efectos devastadores recayeron sobre las grandes potencias mundiales, es merecido ponderar el excelente manejo que ha tenido la economía del país durante este tiempo. Si bien en esos momentos de colapso financiero, se señaló con certeza que Colombia se encontraba mejor preparada que otros países del continente para enfrentar la crisis, el tiempo y el manejo certero en las política financiera, ha corroborado el momento de solidez por el que atraviesa nuestra economía.

 

En marzo de este año, el cumplimiento de las metas fijadas por el gobierno en materia económica permitieron que la calificadora de riesgo Standard & Poor`s elevara la calificación para Colombia, otorgándole el grado de inversión y sólo tres meses después, llegó la segunda nota de grado de inversión concedida por la calificadora de riesgo Moody`s. Una valoración que se esperaba y que generó un efecto inmediato sobre la tasa de cambio y sobre el mercado accionario. Esto representa ni más, ni menos que Colombia se consolida como un destino atractivo para la inversión extranjera y un efecto positivo sobre el crecimiento y la inversión.

Es bueno anotar, que si bien la firma Moody`s basó su decisión de devolverle el grado de inversión a Colombia (el mismo se le había retirado al país, en 1999), basada en la habilidad del estado para soportar choques internos y externos, en el historial del pago oportuno de las obligaciones; también tuvo en cuenta el enorme esfuerzo del gobierno en reducir la amenaza subversiva y de bandas criminales, política que se le reconoce internacionalmente al ex presidente Álvaro Uribe Vélez y con la cual ha continuado el gobierno de la “Prosperidad para Todos” del Presidente Juan Manuel Santos.

La solidez económica y la seguridad, una vez más corroboran su estrecha relación, pues nada se ganaría el gobierno con adelantar una política económica, sería y responsable, si se baja la guardia en materia de seguridad. Este asunto debe seguir sigue siendo prioritario en la agenda del gobierno, si queremos consolidarnos como un país atractivo en inversión, que ofrece verdaderas garantías de seguridad.

Plausible además el hecho de que en medio de una crisis invernal como la padecida en todo el territorio nacional y que ha demandado millonarias inversiones, el manejo económico presente hoy un panorama tan positivo, hoy reconocido por destacadas calificadoras de riesgo. Para acabar de completar este buen panorama, el país se prepara para recibir una tercera nota positiva, esta vez de la firma Fitch Ratings, la cual ratificaría la estabilidad financiera y un mejor augurio para la economía del país, pues se potencializaría mucho más la inversión extranjera, así como la llegada de flujos del exterior destinada a inversión de portafolios.

De producirse esta nueva calificación, Colombia sumaría este 2011 tres valoraciones de inversión, que deben seguir soportadas en un excelente manejo de la economía nacional, particularmente en lo que hace referencia al esfuerzo del gobierno en materia de estabilidad fiscal. La economía va bien y puede ir mejor sino abandonamos el camino que ha entregado buenos frutos.