¡PLOP, CANNABIS!

Por: Francisco Galvis Ramos

Para cualquier país siempre será motivo de señalado honor oficiar como huésped de un acontecimiento internacional como este de la Cumbre de las Américas y ocasión de mostrase ante el mundo. ¡Innegable!

Pero en lo doméstico quedan algunos cabos sueltos que es preciso liar y se trata, en primer lugar, de los altos costos que tuvo la cima para el erario patrio qué, según se ha divulgado, pudieron rondar el pico de los US$ 98 millones de dólares que, al cambio de estos días, equivaldría a la suma de $ 173.460 millones de pesos, cifra para nada despreciable para cualquier Estado que no sea del primer mundo y bueno es recodar que el colombiano todavía pertenece al tercero y tiene inmensas deudas sociales con la población vulnerada que se cuenta por millones de personas sin techo digno, desnutrida, hambrienta, sin salud, sin educación, sin más que la muda que lleva puesta. Y se dirá que aquello es poca cosa para cubrir tanta necesidad junta, pero bueno es acordarse que de grano en grano llena la gallina el buche. Mientras Santos el manirroto desparrama, no solo en creciente burocracia, sino que no llegan a sus destinatarios los recursos de Colombia Humanitaria.

 

Lo otro tiene qué ver con esa especie de secuestro simple a que fueron sometidos vagos, indigentes, limosneros, sopladores, habitantes de la calle y hasta prostitutas en posible violación de la CartaPolítica, como quien dijese que asearon la sala y sacudieron los muebles para atender al distinguido gentío, mientras alcobas y cocinas seguían en desorden y alguna noticia indicó que algunas barraganas le hicieron el quite al encierro, a juzgar por los retozos con parte de la escolta del presidente Obama que, según el agudo comentario del ilustre Notario Cuarto de este Círculo doctor Francisco Garcés, por conejeros quedaron en la total evidencia.

La gran Cartagena de Indias resplandeció sin aquellos ciudadanos sometidos a aislamiento, solo que las autoridades no atinaron a cubrir la ciudad con inmensa carpa para que desde el aire no quedará a la vista toda la marginalidad que en su suelo asienta, percibible también desde lo aviones tanto como la ciudad moderna y el casco histórico, como siempre espectacular, ¡adorable Cartagena!

Y bien, pasando a aquello de canutillos y lentejuelas, la televisión nos dejó ver cantidad enorme de damas luciendo recamados visos, fueran bonitas o no tanto, pero que estuvieron a la altura del protocolo. Ahí quedó visto una vez más que no hay mujeres feas, sino mujeres pobres o mal arregladas. Los presidentes en lo que más gastan es en vestir a sus cónyuges porque, de resto, van por el mundo de cuenta de los contribuyentes.

Y ya para terminar esta nota, vaya un cumplido para con la firma contratista de la organización del evento, a la que bien le salieron las cosas y debió embolsarse a título de honorarios algo parecido al diez por ciento de la ejecución presupuestal. El señor Prieto Uribe puede adelantar su jubilación y no joder más, él que fue alto directivo de la campaña presidencial del doctor Juan Manuel Santos.
Tiro al aire: una cumbre presidencial que acabe sin Declaración conjunta de todos los concernidos, es algo muy parecido a un matrimonio celebrado y no consumado. ¡He dicho!