La orden que el Tribunal Administrativo de Antioquia le dio a la Registraduría Nacional del Estado Civil de notificar al presidente Gustavo Petro, en un plazo máximo de ocho días, sobre el cumplimiento de los requisitos de parte del Comité promotor de la revocatoria del alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, permitirá que la pugna política que se desató en la Ciudad desde el mismo momento en que éste ganó las elecciones en 2019, tenga un primer round democrático, antes de las elecciones locales del 29 de octubre de 2023.

El fallo de la Sala Quinta del Tribunal administrativo de Antioquia que revoca la sentencia proferida el 27 de abril de 2022 por el Juzgado Cuarto Administrativo Oral de Medellín -el cual le había dado la razón a la Registraduría en el sentido de supeditar su actuación a la decisión del Consejo Nacional Electoral de no certificar los estados contables de la recolección de firmas del Comité revocador- no tendrá ahora efectos prácticos en torno a nuevas elecciones que le den la oportunidad a la oposición de terminar el mandato.

No será así porque, aunque ganara el “Sí” a la revocatoria del mandato de Daniel Quintero Calle, será un miembro del movimiento “Independientes” quien asuma dicho mandato, por realizarse la eventual elección atípica dentro de los 18 últimos meses del Gobierno constitucional y legal que 304 mil personas le entregaron democráticamente a Quintero Calle el 27 de octubre de 2019.

La polarización que, entre otras acciones, se materializó con la búsqueda de la revocatoria del mandato de Daniel Quintero, pasará de las calles, las redes y algunos medios de comunicación, a las urnas, donde se demostrará qué tanta fuerza tiene el “Sí” a la revocatoria del mandato del Alcalde de Medellín y qué tanta fuerza tiene el “No” a dicho mecanismo democrático de participación.

En la práctica política, el resultado de las elecciones que obligatoriamente deberían realizarse antes del 31 del diciembre de 2022, demostrará qué tanto apoyo tienen los uribistas y fajardistas con su bandera contra todo lo que representa Daniel Quintero Calle, frente al apoyo que éste tiene con su bandera contra el uribismo.

Será un buen ejercicio de ambos bandos en su propósito de recuperar el poder político y administrativo de la Ciudad, por parte de la oposición, o de mantenerlo por parte del Alcalde y su movimiento político que indefectiblemente tendrá el mandato hasta el 31 de diciembre de 2023.