En la conmemoración del “Día Internacional por los Derechos de las Mujeres”, la Personería de Medellín hace un llamado a las autoridades para que avance en las investigaciones sobre presuntos feminicidios ocurridos en la ciudad y judicialicen a los victimarios de estos delitos. Casos como el de las jóvenes de Boston, que fueron encontradas el pasado 4 de marzo de 2009, desmembradas y sus partes ocultas en canecas de cemento, están en la impunidad pese a las pruebas existentes.

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal, entre el primero de enero y el 28 de febrero de 2011, se han registrado 24 muertes violentas de mujeres, especialmente en las comunas 4, 8 y 13.

Los casos de estas mujeres asesinadas están relacionadas directa e indirectamente con los actores del conflicto: las madres, la novia, la ex novia, las amigas y hasta la hija del enemigo, como ocurrió en el barrio Aranjuez, donde murió una niña de 20 meses de edad. Igualmente, en el caso de las dos jóvenes de 16 años halladas muertas en el cerro Pan de Azúcar de la comuna 8, el pasado 27 de febrero, se presumen móviles asociados a los enfrentamientos entre combos y bandas en la zona.

Es decir, que mientras más se exacerba el conflicto más vulnerables son las mujeres. En el escenario del conflicto que vive la ciudad se incrementan los prejuicios de género y los mecanismos de control hacia ellas, muestra de ello son los casos de presuntos feminicidios, donde las víctimas son utilizadas como estrategia de guerra, de venganza y botín para quienes se disputan el control territorial.

La Unidad Permanente para los Derechos Humanos (UPDH) de la Personería de Medellín, señala que durante 2010 se conocieron constantes vulneraciones a los derechos de las mujeres debido a su orientación sexual diversa. Las mujeres lesbianas o bisexuales transgreden el mandato patriarcal de constituirse en sujetos de deseo para los varones, lo que las convierte en objeto de violencia por no ser dóciles al ejercicio de su poder.

Pese al incremento de las denuncias y hechos de violencia contra la vida, integridad personal y libertad sexual de las mujeres de la ciudad, su reconocimiento como un problema de salud pública, en tanto políticas para la atención, prevención y judicialización de estas violencias, es todavía muy débil en su desarrollo.

La Personería de Medellín insta nuevamente al Gobierno Nacional a desarrollar políticas y programas destinados a transformar las relaciones de género, con el fin de garantizar el derecho a la integridad y a la vida de las mujeres, y sobre todo, a eliminar la impunidad que rodea la comisión de estos crímenes, advierte el personero de Medellín, Jairo Herrán Vargas y agrega que también deberá ser tarea del Instituto de Medicina Legal incorporar las variables de género y ajustar los protocolos, a las definiciones de violencia contra la mujer que hace la Ley 1257, para así superar las dificultades probatorias que existen respecto al homicidio, por el solo hecho de ser mujer.