Por: Vidal Vivas Granados.

Durante toda la pandemia, el mayor desorden público y aglomeraciones se han generado en torno al consumo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, la venta y expendio de licor es una actividad excepcionada.

El Gobierno nacional y los gobiernos departamentales y municipales restringen consumo de alcohol en discotecas y espacios públicos. Pero no prohíben la venta y expendio de bebidas alcohólicas.

De lo anterior, surge el siguiente interrogante: ¿Cuando venden y expenden el licor durante ley seca y toques de queda, dónde se les ocurre a nuestros gobernantes que los ciudadanos van a consumir el licor?

Mi respuesta al interrogante es pues que la gente se va a enrumbar en las casas, a hacer el desorden público en sus domicilios y a propagar el COVID-19 en los barrios. Pagan los platos rotos nuestra Policía Nacional, que no tiene la capacidad técnica y humana de intervenir el desorden generado por la medida pro-covid del Presidente de la República, gobernadores y alcaldes del País en sus decretos.

Considero que a nuestros gobernantes les ha faltado pantalones para cortar de raíz el principal detonante del desorden público: el consumo de bebidas alcohólicas. Entonces, deben nuestros gobernantes dejar la hipocresía y limitar el consumo de alcohol en el espacio público, en discotecas, pero también limitar el expendio y comercialización de forma física y en plataformas digitales, que es donde está la raiz o factor explicativo de los aumentos del COVID-19 en el País.

Señor Presidente de la República, señores Gobernadores, señores alcaldes del País, dejen de ser tan irresponsables y no excepcionen ni la venta, ni el consumo, ni el expendio de licor, ni de forma física o virtual. No le pongan más trabajo a la Policía Nacional controlando un desorden que ustedes pueden evitar con la eliminación de una excepción en sus decretos de orden público.

A mi juicio, el principal responsable del aumento de casos de COVID-19 en Antioquia es el Gobernador, por el conflicto de intereses que tiene: mientras piensa en las finanzas y ventas de la FLA por concepto de bebidas alcohólicas, se aumentan los casos de COVID-19 y se muere la gente en el Departamento. Como dice un periodista urabaense: tratemos la seriedad con esas medidas de excepciones, si en verdad desean llegar a la inmunidad de rebaño por la vía de las vacunas. Y sino, pues que siga la venta y expendio de bebidas alcohólicas, la rumba y la pachanga en el País y el Departamento porque por la exposición al virus también llegamos a la inmunidad, quizas a un alto costo de vidas humanas, pero en un corto plazo.