Por: José Joaquín Rueda Lora
Estoy convencido de los perjuicios sociales y ambientales que causa el desarrollo de la actividad minera en el País. En cumplimiento de la responsabilidad que me asignaron los electores de Giraldo, como su representante ante los diferentes estamentos locales, regionales y nacionales, y como defensor del interés general de la comunidad de este Municipio del Occidente antioqueño, me opongo rotundamente a todo tipo de actividad minera en nuestro territorio.
Baso mi posición en el sentir del 90 % de la población que, igualmente, se opone a la minería, Los hechos que se vienen presentando en Giraldo, nos dan la razón: debido al auge minero que desde hace dos años se viene presentando en el vecino Municipio de Buriticá, y como consecuencia del otorgamiento de siete títulos mineros por parte de la Gobernación de Antioquia y 16 más que se encuentran en trámite para la explotación de multinacionales, la emigración de personas provenientes de diferentes partes del Departamento y del País, ha engrosado la población de Giraldo de manera descontrolada.
Por: José Joaquín Rueda Lora
Estoy convencido de los perjuicios sociales y ambientales que causa el desarrollo de la actividad minera en el País. En cumplimiento de la responsabilidad que me asignaron los electores de Giraldo, como su representante ante los diferentes estamentos locales, regionales y nacionales, y como defensor del interés general de la comunidad de este Municipio del Occidente antioqueño, me opongo rotundamente a todo tipo de actividad minera en nuestro territorio.
Baso mi posición en el sentir del 90 % de la población que, igualmente, se opone a la minería, Los hechos que se vienen presentando en Giraldo, nos dan la razón: debido al auge minero que desde hace dos años se viene presentando en el vecino Municipio de Buriticá, y como consecuencia del otorgamiento de siete títulos mineros por parte de la Gobernación de Antioquia y 16 más que se encuentran en trámite para la explotación de multinacionales, la emigración de personas provenientes de diferentes partes del Departamento y del País, ha engrosado la población de Giraldo de manera descontrolada.
Cerca del 50 % de las 1.294 familias que fueron evacuadas de Buriticá por el DAPARD, se instaló en las veredas El Filo, La Sierra y La Sierrita, y en los sectores El llano, El Morrón, El Hoyo, El Sentón, El Potrero y Loma Grande de Giraldo, donde han iniciado la explotación minera de manera informal, sin título minero y sin licencia ambiental. De esta manera, nuestra población pasó de 5.000 mil habitantes a casi 7.500.
Hoy Giraldo se está enfrentando a un riesgo social y ambiental peor que el de Buriticá. El aumento de su población desbordó la capacidad del Municipio para prestar servicios de educación y salud; los arriendos pasaron de 150 mil a un millón de pesos mensuales; el costo de la canasta familiar se ha incrementado en un 30 %.; nuestra cultura se está afectando; estamos dejando de ser un remanso de paz y nos estamos convirtiendo en territorio objeto de atención de organismos de inteligencia debido al ingreso de bandas criminales. En las dos últimas mesas mineras programadas por la Dirección de Fiscalización Minera del Departamento, se ventilaron los primeros conflictos por el uso y contaminación del agua
Debido a que Giraldo es un territorio geológicamente inestable, el Concejo Municipal prohibió en 2009 todo tipo de actividad minera, aún desconociendo la existencia de yacimientos de oro en nuestro territorio. Esa prohibición y el estudio geológico necesario, quedaron plasmados en el Acuerdo por medio del cual se adoptó el Plan de Ordenamiento Territorial. En cumplimiento de la Ley 99 de 1993, se prohibió todo tipo de actividad minera en los causes o bocatomas de afloramientos de agua que surtieran los acueductos urbanos y veredales.
Como concejal de Giraldo y, especialmente, como habitante de este Municipio, le hago un llamado al Señor Gobernador para que intervenga oportunamente y evite que suframos las mismas consecuencias que los habitantes de Buriticá: con inversión social en proyectos agropecuarios productivos que costaría sólo 1.000 millones de pesos, alejaremos a nuestros campesinos de la miseria. Le recuerdo al Señor Gobernador de Antioquia que debido a los bajos precios del café, los campesinos están cediendo su tierra a los mineros informales. Tenga en cuenta, doctor Fajardo que la intervención en Buriticá costó 24.000 millones; ahorrándose 23 mil millones, evitará otra tragedia social en Giraldo.
No es necesario que iniciemos una lucha jurídica ante los altos tribunales para demandar los actos administrativos por medio de los cuales se otorgaron títulos mineros a multinacionales, infringiendo la autonomía territorial y el interés general, transgrediendo la función constitucional del Concejo Municipal de reglamentar los usos del suelo y violando el derecho colectivo a un ambiente sano que tiene conexidad con el derecho fundamental a la salud y la vida.
Nos oponemos a que el cáncer de la minería le produzca la muerte a nuestro Municipio. No puede ser que la ambición de unos pocos apátridas le entreguen la licencia de destrucción a las multinacionales. No es posible que el sentido común se pierda poniendo en riesgo nuestra tierra y a nuestra gente. No creo, Señor Gobernador, que deje usted perder una cultura, una historia, toda una vida, para beneficio de una actividad que no le hace nada bien a nuestro Municipio, a nuestra Región y al Departamento.