Por: Eugenio Prieto Soto                                                              

Después de haber revisado los requisitos establecidos en las leyes 134/96 y 741/02 para utilizar el mecanismo de participación por medio del cual los ciudadanos pueden hacer uso de un derecho político para dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde, la Registraduría Nacional convocó para el próximo domingo 12 de julio al proceso electoral de revocatoria del mandato del alcalde de Sonsón, Jesús Antonio Giraldo Bernal. Requisito de esencia para la utilización de un mecanismo de participación tan importante como la revocatoria, es el que tiene que ver con el pronunciamiento o motivación sobre las razones de inconformidad de la comunidad, que deberá soportarse en el incumplimiento del programa de gobierno.

 

Este requisito de esencia es el más importante para que la ciudadanía elabore criterio frente a la propuesta de revocatoria y decida si participa o no de la misma. Sólo mediante un proceso amplio y transparente de información y divulgación, la ciudadanía podrá establecer si de acuerdo con los recursos que recibió el mandatario, se ha cumplido o no, con el programa de gobierno propuesto a los electores. Respetuoso de las decisiones locales, considero importante hacer un poco de memoria sobre la situación económica y financiera del municipio cuando se inició el mandato popular en cuestión.  

Sonsón no ha sido ajeno a la crisis fiscal que por burocratización y malos manejos administrativos han padecido la gran mayoría de municipios en Colombia y que al actual alcalde le tocó heredar, en una de las peores crisis fiscales de toda su historia. En el 2008, buscando soluciones, el alcalde presentó al Honorable Concejo el proyecto de acuerdo para ir a Ley 550, es decir, declarar al municipio en la quiebra e iniciar el saneamiento y la recuperación. Pero en aras de realizar un ajuste menos traumático, retiró el proyecto y logró un acuerdo de reestructuración de la deuda, con un escenario más amplio, pero no por ello milagroso como para salir de la crisis en año y medio. Politiquera y hábilmente trata de endilgársele al mandatario actual, la responsabilidad por los yerros y desaciertos de administraciones pasadas. 

Con un ejercicio de responsabilidad fiscal, el último año y medio Sonsón ha tenido una importante recuperación, la cual se puede evidenciar en el superávit fiscal generado para el año 2008 por más de 4,120 millones, producto de unos ingresos por valor de $18.633 millones y unos egresos de $14,506 millones. Lo anterior es el resultado de un gran esfuerzo por hacer un recaudo efectivo de sus ingresos propios, principalmente los tributarios, los cuales en la citada vigencia tuvieron una efectividad del 97% sobre el valor presupuestado total y de los no tributarios que presentaron un 101% de recaudo efectivo; lo anterior complementado con un importante ejercicio de austeridad en el gasto que se evidencia en la disminución de los gastos de funcionamiento en un 12% de lo presupuestado, representando solo el 15.2% del total de gastos comprometidos en el 2008. Es decir, de 14,506 millones de pesos comprometidos, solo $2,209 millones corresponden a gastos de funcionamiento, los demás se destinaron a cubrir el servicio de la deuda y, lo más importante, a la Inversión social y en infraestructura rubros a los que se destinaron $11,698 millones que representan más del 80% del total de gastos. 

Algunos de los promotores al parecer han estimulado este ejercicio democrático desde odios, revanchismos y apetitos burocráticos, incluso contradictores políticos del actual alcalde han aprovechado esta situación como lo denunció el asesor del partido Conservador, Gilberto Bustamante, en carta dirigida al gobernador de Antioquia, por la forma en que funcionarios de la Administración Departamental, como William Ospina y  Dioselio Bedoya, se vincularon directamente con el proceso de revocatoria y, en la  oficina de la Secretaria de Agricultura, en la que el Gobernador Ramos nombró al excandidato a la alcaldía, Dioselio Bedoya, parece ejercerse una especie de alcaldía paralela. Extraña además, el silencio del gobierno de Antioquia y la no inversión de los recursos prometidos. ¿Será que al doctor Ramos le interesa la revocatoria en su municipio de origen, tal vez cobrándole al actual alcalde, como a tantos otros en Antioquia, que no haya estado con él en las elecciones?

 

Respeto los instrumentos de participación ciudadana que deben servir para construir cultura política en el país, para exigir a los mandatarios territoriales cumplir con el programa propuesto a sus electores, lo que no puedo compartir es que estos instrumentos se utilicen para perseguir a personas que han asumido la responsabilidad de corregir errores enormes, acumulados en el tiempo. Lo que requiere Sonsón no es una revocatoria, es el fortalecimiento de su sociedad civil, abrir los espacios para la reconstrucción de procesos valiosos de participación, que como las Asambleas Constituyentes le permitan ejercer el cogobierno y la corresponsabilidad ciudadana, tomar decisiones conjuntas, de presente y futuro, para continuar construyendo colectivamente, entre todas y todos un nuevo Sonsón, un territorio, una sociedad que respete y valore la institucionalidad, la legitimidad que sólo se construye desde el diálogo incluyente.  

De prosperar la revocatoria en Sonsón, estaríamos regresando a estadios que creíamos ya superados, de fanatismo, persecución y burda politiquería. Que brille la sabiduría ciudadana.