Rodolfo Correa, presidente del Consejo de Secretarios de Agricultura de Colombia.

La Plaza Minorista “José María Villa” de Medellín viene trabajando en un modelo de eficiencia y sostenibilidad en el abastecimiento alimentario de Antioquia. Por ello, se alió con la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO-, para consolidar la conexión urbano rural a través del alimento en el Departamento. De esta manera, La Minorista se constituye en una símbolo de la integración de los espacios y la infraestructura disponible para optimizar la cadena de distribución de alimentos.

Juntar estos esfuerzos público privados le apuesta al fortalecimiento de sistemas de abastecimiento agroalimentario, con miras a un comercio justo, eficiente, sostenible y competitivo en Medellín y Antioquia, permitiendo cumplir el propósito de generar estructuras de comercio equitativas que contribuyan a reducir la pobreza rural con aumento de la participación efectiva y sostenible de la agricultura familiar territorial en los mercados locales.

La articulación incluye una permanente activación comercial a través del encuentro de comerciantes de la Central de Abastos con proveedores del campo antioqueño, lo que permitirá la realización de citas de negocios que traerán oportunidades económicas para los emprendedores rurales, estimularán la capacidad asociativa de los pequeños agricultores y además aumentaran la consciencia de compradores y consumidores.

Tomate, papa, plátano, zanahoria, aguacate, maracuyá, yuca, limón, maíz, cebolla, cilantro y lechuga, entre otros alimentos, estarán identificados con la marca “MilAgro”, una propuesta que agrega valor a la agricultura del Departamento y que será el sello de confianza, calidad, pago justo, origen e identidad para los clientes de la Plaza.

La iniciativa “MilAgro” es una estrategia para reducir la intermediación y, con ello, la pobreza rural con un enfoque agrologístico local. En últimas, estos acercamientos comerciales dejan una gran expectativa de venta, créditos, asistencia técnica y giras de intercambios, que se convierten en espacios de conexión significativos, en donde se conocen las partes (ofertantes y demandantes), se adquieren aprendizajes y se proyectan acuerdos.

Esta alianza cambiará el panorama actual: más del 70% de los alimentos que se consumen en Antioquia no se produce en Antioquia, ocasionando altos precios para el consumidor final, derivados de la larga cadena de intermediación, disminuyendo su frescura y aumentando la huella de carbono por los largos trayectos que recorren los productos para llegar a la mesa. También contribuye al aumento de las pérdidas y los desperdicios en la cadena agroalimentaria, sin mencionar la afectación directa al productor campesino que recibe menos del 10% de la ganancia total por el fruto de su trabajo.

Estas situaciones son algunas de las causas por las que en marzo y abril de 2022 hubo los más altos precios de los alimentos en los últimos 20 años y la significativa reducción de la población rural, que hoy es solo de un 18%.