{mosimage}En la actualidad somos aproximadamente 6.380 millones de habitantes en este planeta, 7.000 millones dentro de dos años y 9.000 millones en el 2050. ¿Podrá la Tierra albergar toda cantidad de seres humanos? Los expertos en materia demográfica han manifestado en fechas recientes que no, y por ello, comienzan a defender el control natal. Otros expertos consideran que el problema no reside en la cantidad total de Homo sapiens o su número de descendientes, sino en cómo se consumen y se reparten los recursos naturales.
El ritmo al que crece la población mundial en las últimas décadas es el más alto en toda la historia de la humanidad. Si en 1999 éramos, según la ONU, 6.000 millones, en la actualidad se mueve ya por la friolera de 6.830 millones según la organización Optimun Population Trust (OPT) y de seguir esta tendencia, próximamente seremos 9.000 millones.
Las cifras son impactantes, pues la población humana está superando los límites del planeta, de acuerdo con expertos de la talla del naturalista y último Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, David Attenborough; la asesora científica del gobierno norteamericano Nina Fedoroff; o el asesor para temas medioambientales del gobierno británico Jonathon Porritt.
Una medida básica para contrarrestar esta situación sería, de acuerdo con estos expertos, el control poblacional. Attenborough y Porritt aseguran que las parejas del Reino Unido no deberían procrear más de dos hijos para evitar graves impactos sobre el medio ambiente. En consecuencia, Corinne Maier, autora del libro “Basta de niños: 40 razones para no tenerlos” ha generado una polémica al señalar el elevado impacto ambiental de los infantes.
En España, el paleontólogo y codirector de las excavaciones de Atapuerca, Eudald Carbonell, señala que, desde el punto de vista evolutivo, la especie humana se dirige a un “colapso irremediable”, además de indicar que la humanidad no se extinguirá, sino que perderá un 15% de sus componentes, ya que no hay conciencia de especie.
De otra parte, el autor de la teoría Gaia, James Lovelock afirma que si el cambio climático logra subir cuatro grados la temperatura mundial, la falta de alimentos provocaría la muerte del 90% de la especie humana.
El debate no es nuevo. Recordemos que durante el siglo XVIII el economista Thomas Malthus pronosticó el agotamiento de los recursos naturales por el aumento de la población europea. En 1891, el geógrafo alemán Ernest Georg Ravenstein señalaba que los 6.000 millones de personas era el límite que la Tierra podría soportar. Posteriormente, en 1968, Paul Ehrlich, autor del libro “La bomba de población” reducía esta misma cifra hasta los 3.700 millones.
La población sigue creciendo a pesar de estos vaticinios y los expertos sostienen que el problema no está en este crecimiento, sino en la forma cómo se gestionan y se reparten los recursos naturales. Los estudios de la Huella Ecológica reflejan un gran desequilibrio mundial: un 20% de la población consume el 80% de los recursos del planeta y, en consecuencia, un ciudadano norteamericano medio, consume 32 veces más energía y materias primas que un ciudadano colombiano.
La ONG estadounidense Earth Policy Institute precisa un incremento en los conflictos en diversas partes del mundo al descender el acceso a los recursos naturales y concluye que un reparto no igualitario de estos genera tensiones que se agravarán si no hace algo para evitarlo. Para salvar la humanidad, este instituto propone un plan que incluye la erradicación de la pobreza, la estabilización de la población, la protección y restauración de los suelos, bosques, pastizales, la pesca y la conservación biológica del planeta.
El objetivo común que convoca a todos los especialistas para garantizar el futuro de la humanidad y del resto de los seres vivos es la sostenibilidad. En el 2007, un informe del PNUMA denominado “Geo-4” afirma que si no se asume un verdadero desarrollo sostenible, la sexta extinción masiva de especies se producirá de manera progresiva hasta el año 2050.