Por: Jaime A. Fajardo Landaeta

El próximo domingo el Partido Liberal y el Polo Democrático realizan consultas internas, con la pretensión de alcanzar una amplia y masiva participación popular. El primero escogerá candidato presidencial, directorios municipales y el departamental, así como el de la juventud. El segundo, su candidato a la primera magistratura. 

Para los liberales es la oportunidad para demostrar que la colectividad sigue muy vigente y muy vigorosa, y que salió indemne del “voltearepismo” que pretendía aniquilarlo y llevarse sus mejores cuadros. Solo lograron arrastrar a “Bodrio” Rivera, desde hace rato un infiltrado uribista.

En el Partido Liberal escogeremos al más idóneo aspirante a la Presidencia de la República entre los precandidatos Pardo, Gaviria, Marulanda, Gómez, Rojas, López Montaño y López Caballero, todos exponentes de una respetable trayectoria política y de la mayor solvencia en su democrática aspiración.

Por el lado del Polo Democrático parecería que está cantada la nominación de Carlos Gaviria, pero es indudable que los últimos pronunciamientos de Gustavo Petro deben tener su candidatura al alza.  

Los liberales debemos recordar que este partido es una organización con clara estirpe socialdemócrata, y que de allí salió Álvaro Uribe antes de convertirse en líder del Partido Conservador. A propósito, esta agrupación política va a quedar muy mal si no hace su consulta Interna según lo ordena el Consejo Nacional Electoral. El hecho de que hoy sus directivas se hayan contentado solamente con seguir los pasos del mandatario y de su séquito le va a traer aplastantes derrotas en las próximas elecciones. 

Los conservadores deben adoptar un candidato propio o sus bases se sumergirán en una gran confusión, de la cual no es claro cómo resurgirán. En fin, ellos son dueños de sus indecisiones. 

Por su parte la colectividad roja ha contado en los últimos años con la muy acertada orientación del ex presidente César Gaviria, quien ha capoteado los amagos de crisis y las embestidas del uribismo en su intento por deslegitimarla. Claro que persisten y nos afectan serios problemas. Todavía encontramos posiciones ultrarradicales, devaneos con el uribismo y el fajardismo, así como dirigentes que solo recuerdan su afiliación cuando de obtener favores políticos se trata.  

En Antioquia tenemos que corregir grandes yerros, como los de algunos de sus dirigentes cuando propiciaron que el Partido perdiera la Gobernación por ausencia de candidato propio; igual ocurrió años antes con la alcaldía de Medellín. 

El problema radica en que las disputas internas no se han tramitado por la vía del manejo competente de los conflictos e intereses políticos, sino que han intentado acabar con los interlocutores. Hay que ingresar en una era de renovación y cambios, sin desconocer a los voceros de la disensión. 

Recordemos que el nuestro es un partido de matices y tendencias: ésa su impronta de cuna. Con la elección de la nueva Dirección Departamental y de las municipales, tiene que generarse un revolcón que permita enfrentar las jornadas electorales del 2010. A la vez debemos alertar que no conviene que los precandidatos desfavorecidos por las encuestas salgan con el manido cuento de que los preferidos gozan de apoyos “sospechosos”. Si tienen pruebas, que las exhiban; lo contrario es alentar una guerra sucia que sólo favorece al uribismo. Que digan ya, y no después de este domingo, si esa insania obedece a compromisos adquiridos con el Partido de la U, con el Propio Presidente Uribe ò con el fajardismo.  

Vemos al seno del Partido claros contradictores políticos, pero en ningún momento solo enemigos, con los cuales no se puedan hacer acuerdos y alianzas como lo pregonan otros. 

Desde este espacio le auguramos abrumadora votación a las listas en contienda, así como a los precandidatos presidenciales. Nuestra apuesta está del lado de Rafael Pardo como futuro Presidente, de la lista número tres para el Directorio Departamental, encabezada por el Senador Luís Fernando Duque y de la 09 para las juventudes departamentales. ¡A consolidar las mayorías liberales de Antioquia!