Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El representante a la Cámara, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, llama la atención sobre los efectos nefastos del calentamiento global en algunas ciudades del norte de Estados Unidos y, especialmente, de Canadá. Allí la temperatura ambiente en los últimos cuatro días ha registrado máximos históricos: este martes, 29 de junio, marcó 46.7°C.

“El cambio climático no es un invento: es una realidad. Es tanto el calor, que los cauchos que recubren los cables de energía, se derriten; la gente que no tiene posibilidad de climatización en sus casas, duerme en centros de enfriamiento; las calles están vacías y hay un desespero colectivo frente a la inclemencia del clima”, afirma Echeverry Alvarán

El “Econgresista” conservador, acostumbrado al clima aún muy generoso de Colombia, teme que la inconsciencia de los hombres haga que se expanda la tragedia que se está viviendo hoy, especialmente en Canadá, donde la intensa ola de calor deja hasta el momento una cifra lamentable de 233 muertos.

Insiste en que el calentamiento global no es un mito ni una campaña conspirativa de los países ricos del mundo, aunque, precisamente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asegure que el cambio climático es “el problema número uno que enfrenta la humanidad”.

“Porque es una realidad. Y si no lo controlamos, el planeta va a terminar convertido en un horno, acabando con la naturaleza y con la existencia humana”, repite Nicolás Albeiro Echeverry.     

El “Econgresista” antioqueño llama la atención sobre lo mucho que hay por hacer. Invita a los colombianos a entender que el País no puede ser ajeno a la lamentable realidad que se está sufriendo en el norte del continente y que el cambio climático afectará a todos, sin distinción alguna, sino no hay consciencia y cambios inmediatos de hábitos depredadores.

El Representante a la Cámara confía en los alcances estatales de los gobiernos nacional y departamental de Antioquia con sus estrategias institucionales, a través de sus planes integrales del cambio climático. Pero está convencido de que son las acciones de los seres humanos, fundadas en su sensibilidad y en su consciencia, las que garantizarán que el cambio climático y, en general, las amenazas que se ciernen sobre la humanidad por cuenta de la destrucción y terminación de los recursos naturales, lleven al planeta más temprano que tarde a su sexta extinción.