Por: Diego Calle Pérez.
Colombia se caracteriza por ser el tercer país más poblado en Latinoamérica después de Brasil y México. Ha experimentado un rápido crecimiento poblacional como muchos países de la región suramericana, con un leve descenso en las últimas tres décadas. Alrededor de 4 millones de colombianos viven fuera del país a causa del conflicto armado.
La población de Colombia se concentra en las áreas andinas y en la costa atlántica, donde se aprecian los núcleos demográficos de la sabana de Bogotá, conformada por la propia ciudad, Soacha, Mosquera y la Calera. En el Valle del Cauca, compuesta por Cali, Yumbo, Palmira, Buga, Tuluá y Cartago. El valle de Aburrá, compuesto por Medellín, Bello e Itagüí y otros 7 municipios cercanos al centro capital. Lo mismo que las ciudades de la Costa Atlántica, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta con sus respectivas áreas metropolitanas. Al igual que los centros demográficos de de Bucaramanga, Cúcuta en la zona de los Santanderes, el Eje Cafetero, Huila y Tolima. Queda cortó las regiones Orinoquia y Amazonía.
Un dato curioso, -pocos analistas describen-, es el referente a la población descendiente de los árabes que es de tres millones de ciudadanos que habitan en su gran mayoría la región de la Costa Atlántica.
La población indígena es del 4% del total del Censo nacional de 2005 y un grupo muy representativo, con un porcentaje mínimo de la población, son los descendientes de Alemanes, italianos, Franceses, Ingleses, Rusos y Polacos que habitan en toda la geografía nacional, con mayor presencia en la ciudad de Bogotá, nuestra única metrópoli.
Otro aspecto por resaltar, es la emigración de colombianos derivada de la difícil situación económica, el deterioro de la vida cotidiana en ciudades capitales y la intensificación del conflicto interno que en los últimos 30 años ha causado un aumento alarmante de proporciones casi similares a las de la segunda guerra mundial, sin temor a equivocarnos y caer en exageraciones, pero al revisar las cifras, no se encuentran datos y podríamos en hipótesis afirmar, que la población podría ser muy distinta a la que tenemos al comienzo del escrito. Sorprende, que en una ciudad como Antofagasta en Chile, se reporten 4 mil colombianos.
Al hacer un comparativo de datos poblacionales, de los censos para las elecciones, nos encontramos que existen 36 millones de cédulas aptas para votar y solo se registran un promedio de 18 millones como fue el caso de las elecciones para presidente.
¿Dónde están los votos? Los votos que no votan, muy seguramente no lo hacen, ni en las embajadas y consulados por temor a ser registrados en la base de datos, el otro porcentaje, la indiferencia de muchos colombianos NINI, que ni votan, ni dicen nada, el otro porcentaje es la población rural, golpeada por los conflictos sociales, el chancero y el que vende el poquito periódico en los semáforos y otra población que se hace muy extenso describir, porque lo más probable es que muchos no llegan a tiempo, de sufragar, por estar en los moteles aprovechando el día de elecciones. Demasiado dispersa la población colombiana, de esos 18 millones de votos, que no se sabe que hacen ese día tan importante, en comparación con otros 18 millones de compatriotas que votan con devoción y con sentido de patriotas.