Desde este jueves, 1 de julio, ECOPETROL entrega a Medellín y al Valle de Aburrá, diesel con 50 partes por millón de azufre. El diesel que se venía consumiendo, contenía 4.500 partes por millón de azufre.

Después de Bogotá, Medellín es la segunda ciudad de Colombia con un combustible de bajo contenido de azufre. Desde ahora es la cuarta ciudad en Latinoamérica con menor contenido de azufre en el diesel, después de Santiago de Chile (30 ppm) y de Ciudad de México, que los aventaja a todos con 15 partes por millón.

 

El “econcejal” de Medellín, Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán, comparte con las directivas de ECOPETROL el llamado de atención a los propietarios y conductores, para que coadyuven a mejorar cada vez más la calidad del aire, haciendo el oportuno mantenimiento técnico mecánico de sus vehículos. Pero, especialmente, le pide a la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín y al Área Metropolitana del Valle de Aburrá que no bajen la guardia en el control constante mediante revisión a los dispensadores de combustible, exigencia a los vehículos del certificado de emisión de gases, y monitoreo permanente del aire de la ciudad metropolitana.

Echeverri Alvarán espera, además, que el Sistema Metroplús entre en funcionamiento lo más pronto posible. Dice que no basta con un buen combustible si no hay condiciones de movilidad. “El Metroplús permitirá la fluidez vehicular, lo que evitará la concentración de monóxido de carbono”, aclara el Concejal.

En consecuencia con las medidas que deben acompañar la buena noticia de un diesel más limpio de azufre, Nicolás Albeiro Echeverri le pide a las administraciones del Valle de Aburrá que piensen en reducir el exagerado número de semáforos y resaltos, para facilitar mayor fluidez en las vías y disminuir la concentración de gases.

En el mismo sentido, el Concejal conservador expresa la importancia de que, paralelo a la chatarrización de los vehículos de servicio público, “avancemos en la chatarrización de vehículos particulares, para renovar integralmente nuestro parque automotor. Pero es justo que el Estado entre también a mitigar el impacto económico de los dueños de esos vehículos particulares sacados de circulación, porque es su compromiso constitucional hacer todos los esfuerzos por satisfacer el derecho nacional a un ambiente sano”, concluye el “econcejal” Nicolás Albeiro Echeverri.