A partir de este jueves, 1 de julio, los trabajadores colombianos podrán decidir cómo quieren que los fondos inviertan sus cesantías. La decisión la toman los ahorradores de acuerdo con sus necesidades. Este nuevo sistema de administración de las cesantías, es conocido como multiportafolios porque cada trabajador puede escoger un portafolio de corto plazo (con una rentabilidad del 3.0 %), uno de largo plazo (con rentabilidad del 8.8 %) u otro mixto.

Esta forma de invertir las cesantías fue aprobada en la Reforma Financiera del año pasado, y el propósito entre los legisladores siempre fue proteger a los ahorradores para que perdieran dinero.

 

El representante a la Cámara, Óscar de Jesús Marín, ha afirmado siempre que bajo ninguna circunstancia debe haber pérdida para los ahorradores. Sin embargo,

lamenta que mediante el Decreto Reglamentario 4639 de 2009, el espíritu de la Ley haya sido manipulado por el Gobierno para favorecer los intereses económicos de las Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías –AFP-, en detrimento de la clase trabajadora del país.

El Congresista liberal explica que si la AFP cobra por la administración del portafolio de corto plazo una comisión del 1 % anual liquidada diariamente; y cobra, además, el 0.8 % de comisión en el momento del retiro de las cesantías, significa que el trabajador se gasta en administración de sus ahorros, el 1.8 %. Frente al 3 % de rentabilidad que le ofrece el Fondo, su rentabilidad real es de apenas el 1.2 %.

Pero si, además, le descuentan la inflación, que si está de buenas este año puede ser del 3 %, entones el trabajador deja de tener rentabilidad, y pasa a tener pérdida real del 1.8 % sobre sus cesantías. Esta realidad matemática llevará siempre a la pérdida económica real de los ahorradores, en portafolios de corto plazo.

En los portafolios de largo plazo, tampoco la realidad es halagüeña, “porque la rentabilidad siempre será fluctuante, ya que el trabajador correrá más riesgo de pérdida según el vaivén de los movimientos financieros”, precisa el Congresista.

“Como quien dice, la clase ahorradora pierde con cara y con sello, mientras los fondos privados siguen enriqueciéndose con el aval del Gobierno Nacional, que sin vergüenza alguna usó su facultad de reglamentar la Ley para favorecer a los administradores de los fondos y traicionó el deseo del Legislativo, de generar bienestar colectivo entre los colombianos”, concluye el reelecto representante a la Cámara, Óscar de Jesús Marín.