Volver a Mi Río es volver a la sensatez
Celebro con entusiasmo la decisión del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, de revivir el Instituto Mi Río. Esa es, sin duda alguna, una decisión sabia, necesaria y profundamente responsable con la historia ambiental y social de la Ciudad.
Ningún país es libre si oculta la pobreza para parecer próspero
En Colombia existe el Pacto del Silencio para hacer invisibles a los pobres. El primer gran honor social de la política y de la economía, es combatir la pobreza. Tapar la pobreza, es una censura, y es desnudar el fracaso ético del poder político y económico. La Nación que oculta a los pobres se engaña a si misma. Lo único visible al final de las promesas incumplidas de los políticos es la Pobreza.
La humilde pobreza derrota a todos los líderes del mundo
Cada gobierno promete acabar la pobreza; y cuando el poder termina su mandato, la única que queda en pie, humilde y eterna es la pobreza. Hay que exaltar la dignidad del pobre que resiste sin rendirse; esa dignidad, tan invisible para los poderosos, es lo que sostiene el mundo cuando los gobiernos fallan y olvidan las promesas.
Antioquia no puede permitir que se castigue su vocación productiva por...
Antioquia es, desde la Colonia, el corazón minero de Colombia. En sus montañas se fundaron pueblos, se crearon fortunas, se levantaron bancos y universidades y se forjó el carácter laborioso de un pueblo que nunca le ha tenido miedo al trabajo. Negar esa herencia es desconocer nuestra historia y renunciar a un futuro de progreso y sostenibilidad.
La neopobreza tecnológica y los desplazados de la tecnología
Colombia no ha superado la pobreza tradicional, y ya tiene una nueva Pobreza más calamitosa: La Neopobreza Tecnológica. Es la carencia de conectividad e internet en los hogares; la falta de acceso a las redes de tecnología e información; y la ausencia de elementos digitales para educar y abrir oportunidades al grupo familiar. La exclusión digital limita la oportunidad de participación plena en la vida económica, educativa, social y cultural contemporánea.
Cuidar a los animales es cuidar la vida
Por: Nicolás Albeiro Echeverry AlvaránSenador de la República
Hoy, 4 de octubre, celebramos el Día Mundial de los Animales y la fiesta de San Francisco...
Colombia: el más atrasado en vivienda propia en América
Por: Luis Pérez Gutiérrez
Los colombianos viven la tragedia de pagar arriendo eterno. Colombia es el país más atrasado en vivienda propia en América. La casa propia es...
Bullying y Ciberbullying: Una Epidemia Mortal de Dos Caras
Por: Wilson Gómez ArangoHoy traigamos a nuestra memoria la figura de Sergio Urrego, un joven de 16 años cuya inteligencia y sensibilidad excepcionales lo...
Las antorchas modernas: proyectores de sombras sobre la verdad
La alegoría de la caverna de Platón no es una reliquia filosófica. Sigue viva en el siglo XXI. Las hogueras primitivas que proyectaban siluetas han sido reemplazadas por antorchas modernas: televisión, prensa, radio y redes sociales. Estas no muestran sombras confusas, sino imágenes calculadas y relatos persuasivos. No buscan solo informar o entretener. Su propósito es otro: deformar la realidad, sembrar confusión e influir en la opinión pública. Así mantienen a la ciudadanía encadenada a percepciones útiles para intereses privados.
Los Huérfanos de la Guerra
El peor sonido de la guerra no es el estruendo de una bomba o de un disparo. Es el silencio que le sigue. El silencio que devora las risas de los niños, las voces de los padres y cualquier esperanza de futuro. En Colombia, los huérfanos de la guerra son la deuda más grande, grave y vergonzosa de la nación. No son sólo una estadística; son la prueba viva de que el conflicto en su brutalidad no distingue entre bandos, estratos sociales, edad o ideologías. El problema no es ajeno; es nuestro, es de todos.

































