Por: Jovany Marín Zapata

Se ha llevado a cabo el domingo 13 de septiembre un consejo comunal en el sector de Manrique, con la presencia del presidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, para tratar el tema de la seguridad en las comunas.

Saludamos la presencia del señor presidente, porque demuestra la preocupación permanente que tiene sobre el futuro de su terruño y los problemas que lo aquejan y que requieren de soluciones que no dan espera.

Este es un ejemplo que debería seguir la dirigencia local, y en este sentido, con todo respeto pero con toda firmeza, que hago un llamado a todos nuestros representantes políticos, empresarios y líderes sociales en general, para que depongamos intereses personalistas y enfrentamientos mezquinos por parcelitas de poder, y de manera conjunta, con transparencia de cara a la ciudad y a la opinión pública, nos sentemos a repensar de qué manera se es más efectivo en el combate contra todas las formas de criminalidad, porque el homicidio es el más llamativo de los delitos, por sus implicaciones que tiene, pero es necesario atacar conjuntamente otra cantidad de manifestaciones delincuenciales, que incluso proveen las condiciones para que se cometan los mismos homicidios.

Porque las medidas que se adopten finalmente deberían recoger no solo la opinión de los expertos en el tema, sino de la misma ciudadanía, pues es ella la que les otorga legitimidad, tan necesaria para combatir a la delincuencia.

La Alcaldía de Medellín tomó la decisión de aplicar el toque de queda para menores de edad en varias comunas populares  y en el centro de la ciudad, además de restringir el horario de funcionamiento de los establecimientos públicos que expenden licor en estas áreas. Estamos a la expectativa de que este tipo de medidas prohibitivas tengan los resultados deseados, logrando aminorar el auge del homicidio, que es nuestra principal preocupación como ciudadanos.

Creo que de lo que se trata es de meterle más ciudadanía al tema de la seguridad, de que los ciudadanos se sientan consultados y por tanto, tomen las medidas que se tomen como propias, crean en ellas y expliquen sus implicaciones ante la comunidad en general.

Porque el asunto de la criminalidad, las bandas y los combos excede el ámbito local, siendo un problema que ya se empieza a vivir en la capital de la República, Cali, Barranquilla, Pereira y otras ciudades importantes. Por eso se requiere el concurso del gobierno nacional, pero también la participación conjunta de las formas organizadas de la ciudadanía y de sus líderes, ya que quienes están más directamente relacionados con los problemas, son quienes están también más interesados en que se solucionen, y en la medida en que sientan que su opinión cuenta, que el gobernante presta oídos a sus clamores, es posible establecer frentes con gran apoyo social que combata de forma más eficaz la criminalidad

Hemos propuesto de tiempo atrás, que se retomen y se profundicen experiencias que han tenido buen suceso, como las mesas de trabajo comunales por la paz, con amplia participación del liderazgo social y de las instituciones, incluidas las de seguridad.

Medellín podría convertirse en un laboratorio de paz nacional en donde se empiecen a vislumbrar luces para el problema de la ilegalidad y sus implicaciones en la seguridad ciudadana.

Creo interpretar el sentir de muchos de mis compañeros, cuando expreso nuestra voluntad de aportar a la solución de los problemas que nos aquejan. Ojalá nos escuchen y nos permitan participar.