Por: Gabriel Zapata
La noticia económica ampliamente difundida no pudo llegar en mejor momento para las expectativas inversionistas. Superando todo pronóstico y en medio de una profunda crisis económica mundial, el territorio antioqueño, sacó su casta para demostrar porque es uno de los departamentos más prósperos e importantes de nuestro país. Un 11% de crecimiento industrial puso a la capital antioqueña a hablar de tú a tú con las corpulentas industrias chinas, japonesas y coreanas.
Los antioqueños debemos enorgullecernos, pues logramos sobreponernos en tiempo record a la crisis mundial del año pasado y especialmente a la profunda crisis con el vecino país de Venezuela, al hallar nuevos mercados en sectores como confección, vehículos y alimentos. Visión de negocio, diversificación y nuevos clientes, fueron pues las claves para demostrar cifras tan halagüeñas y ejemplarizantes. Según la Asociación Nacional de Industriales ANDI entre enero y mayo de este año se vendieron 1.300 millones de dólares a otros mercados. Reemplazamos a Venezuela a una tasa del 83 por ciento con países como Estados Unidos, China, India, Perú, América Central, entre otros».
Un aumento en ventas cercano al 10%, el doble del promedio nacional sin duda, deja entre ver un esfuerzo quijotesco de la industria antioqueña, máxime cuando se atraviesa por uno de los períodos más complejos en las relaciones bilaterales con Venezuela, país con el que se pronostica bajarán las exportación a 1.500 millones de dólares de 4.000 millones de dólares que se lograron en 2009.
El crecimiento industrial paisa se traduce en buenos dividendos para el país, pues Antioquia ha mantenido una participación cercana al 15% en el producto interno bruto – PIB- Nacional. Ello explica porque la economía antioqueña genera porciones de ingresos tan importantes dentro de los sectores productivos nacionales.
Este excelente panorama, este buen clima económico, lo complementa la expectativa que se tiene con la llegada del nuevo equipo económico y particularmente con la gestión del próximo Ministro de Agricultura, Dr. Juan Camilo Restrepo quien con sus vastos conocimientos económicos y su amplia trayectoria muy seguramente trabajará en políticas que favorezcan e impulsen el agro colombiano que requiere mejorar la capacidad de su aparato productivo para potenciar su desempeño competitivo.