Por: Jorge Enrique Vélez G.

Cuando el escenario mundial en materia económica es tan preocupante y la economía en nuestro país comienza a tambalear, tal como lo estamos viviendo en estos momentos; es cuando los gobiernos deben poner en juego todo su ingenio y creatividad para buscar estrategias que permitan recuperar de nuevo la estabilidad y la confianza en la economía; tratando de generar empleo de choque y creando políticas para que las empresas recuperen su competitividad y viabilidad.

 

Es claro, que quizá los sectores que más dinamizan la economía en momentos de crisis son la construcción y las obras públicas, la experiencia lo ha demostrado a través de la historia y es por eso que quiero referirme al sector de la construcción con una fórmula que, en mi concepto, posibilitaría la generación de muchos puestos de trabajo y a su vez jalonaría la economía colombiana.

 

La idea sería la construcción masiva de vivienda a través de la figura de “leasing inmobiliario” estableciendo una innovadora modalidad en el contexto de estos contratos con nuevos elementos como el ampliar el tiempo y objeto de los contratos. Se incrementaría el término del leasing de 7 a 15 años como mínimo, incluyendo todo tipo de inmuebles   y que el derecho a la opción de compra al final del contrato sea hasta por el 30% del valor del inmueble, si el titular del leasing inmobiliario quiere convertirse en propietario del bien. Esto llevaría a una mayor demanda en la adquisición de vivienda y, de paso, una generación masiva de empleo.

 

Recordemos que, hoy, los estratos bajos para adquirir viviendas de interés social tienen derecho a recibir de parte del estado unos subsidios y, adicionalmente, deben realizar unos aportes, correspondientes a la cuota inicial para acceder a un inmueble, circunstancias que la mayoría de colombianos en esos estratos no tienen capacidad de cubrir.

 

Si por el contrario el Gobierno en lugar de entregar el subsidio, se los dejara como parte de la opción de compra, que se pagará al final del término del contrato; esta figura permitiría aumentar exponencialmente para que un gran número de colombianos  puedan  adquirir casa propia.

 

De igual forma podría ocurrir con las personas que tienen cuentas de ahorro programado destinado a la compra de vivienda, que a veces no les alcanza para el tipo de vivienda que quieren, tendrían quince años para ahorrar los dineros para hacer efectiva la opción de compra.

 

Colombia podría financiar este tipo de obras, creando un fondo de desarrollo para créditos inmobiliarios destinado a los constructores de viviendas de interés social y de otro tipo, con los dineros que se tienen destinados para los subsidios en los próximos 15 años y los fondos que hay en cuentas de ahorro programado. Igualmente, con ese capital se garantizaría a las instituciones que establezcan el leasing inmobiliario, la recuperación de los valores invertidos en los planes inmobiliarios, los cuales podrán  ser avalados por instituciones financieras y cajas de compensación familiar, además de los departamentos y municipios de Colombia, si se crea una figura especial para ellos.

 

Esta propuesta es beneficiosa para ambas partes, tanto para los arrendatarios, porque tienen la opción de hacerse propietarios, como para las empresas constructoras, ya que los proyectos serían vendidos a las compañías de leasing, permitiendo que los costos de la vivienda sean menores, debido a que la inversión en promoción y mercadeo sería mínima, al tener prácticamente garantizada su ocupación antes de su construcción.

 

Con esta iniciativa y con las medidas que actualmente ha tomado el gobierno por medio del Viceministerio de Vivienda, de llevar el subsidio al cubata por el término de 7 años, no me queda duda de que el Leasing Inmobiliario en estos términos sería un acertado camino para la dinamización de nuestra economía en los próximos años.