Por: Ramón Elejalde Arbeláez

En materia de preparativos electorales la Gobernación de Antioquia también es dependencia experta en manejar la clientela para obtener buenos resultados en las urnas. En las pasadas elecciones parlamentarias, desde estas mismas columnas había denunciado varias actividades del gobernador y de sus funcionarios que buscaban favorecer a sus candidatos. Para esa época el procurador Ordóñez Maldonado me envió una fuerte carta donde entre otras muchas cosas, me informaba de que no todas las investigaciones contra Ramos Botero por intervención en política habían sido archivadas y que en una, donde el suscrito era denunciante, me llamarían próximamente a ratificarme en mis denuncias. Como es obvio, no me han llamado y van corridos casi siete meses desde el anuncio del procurador. ¡Bendito Dios! Ni que me llamen.

 

Como a Ramos Botero y a sus funcionarios nada les pasa, como la propaganda de un conocido vehículo japonés, ya están en plena actividad clientelista. En este mismo diario, en la columna de Juan Paz, se han denunciado varias reuniones de alcaldes y funcionarios, con fines politiqueros, columna que ha suministrado detalles de tiempo, modo y lugar y nada de nada.

Pero no se han limitado a simples reuniones. En tiempo verdaderamente récord convocaron a un concurso interno a los funcionarios de carrera, para acceder a cargos superiores que se encuentran vacantes. La convocatoria, conocida bajo los números 13 (publicada el 23 de mayo en correo interno) y 14 (publicada el 25 de mayo), ordenaban que las inscripciones para el concurso cerrado se debían cumplir entre el 23 y el 25 del mismo mes. La revisión de requisitos a 403 aspirantes la efectuaron el 26 de mayo y los admitidos, que fueron 294 funcionarios, debieron presentar exámenes con la Universidad de Antioquia, la encargada de manejar este extrarrápido concurso, el día 27 de mayo. Al lunes siguiente, es decir, el día 30 del mismo mes, se publican los resultados y quienes pasaron esta primera prueba, que fueron 174 personas se debieron presentar en un edificio que tiene la U. de A. en cerca del parque de los Deseos el viernes 3 de junio a una prueba psicotécnica que apenas superaron 28 personas. Los resultados los entregaron el viernes 10 en las horas de la tarde. De 403 inscritos inicialmente, solo superaron todos los requisitos y exámenes 28 personas. ¡Habrase visto!

Evidentemente que la Administración departamental está corriendo contra el tiempo (ley de garantías que entra en vigencia el próximo 30 de junio).

Donde más al descubierto queda la gobernación en su empeño de atropellar a sus empleados de carrera, burlar la ley, hacerle el quite a la ley de garantías, premiar a su clientela es en el oficio E-201100040879 de 10 de los corrientes donde solicitan a la Comisión Nacional del Servicio Civil, autorización para hacer nombramientos en provisionalidad y en encargo, para proveer vacantes definitivas. Este oficio, de 32 páginas, contiene toda la lista de las vacantes, que son cerca de 450 ¡Qué banquete clientelista! y en ellos se incluyen los 28 ganadores del cuestionado concurso interno. El oficio es radicado a la misma hora que se notifica el resultado del concurso. ¿Cómo prepararon tamaño documento en segundos? ¡Qué eficiencia!

Pero la Universidad de Antioquia también nos debe una explicación: ¿Cómo se prestó para realizar un concurso extrarrápido? ¿Cómo justifica que curtidos y bien calificados funcionarios pierdan una prueba psicotécnica, la mayoría con una nota de cero?

Huele mal, pero lamentablemente estos malos olores no llegan a los organismos de control.