Los comerciantes que participaron en la sesión, reiteraron su empeño en los procesos de autorregulación, pactados en el programa de convivencia ciudadana, y dejaron claro que no son los establecimientos abiertos al público los mayores generadores de ruido en la ciudad.
El concejal Federico Gutiérrez Zuluaga, citante del debate, destacó que una de las principales causas de la contaminación por ruido tiene su origen en el aumento del parque automotor y en las malas prácticas de los conductores en el momento de enfrentar dificultades de movilidad. La aceleración de los vehículos cuando no están en movimiento, la utilización del pito y la falta de silenciadores, especialmente en las motos, acentúan el problema en la ciudad.
El concejal Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán dijo que esta situación no va a mejorar mientras no exista mayor compromiso y voluntad política de parte de la Administración y las autoridades ambientales. Dijo que desde 1994 el tema se ha limitado a contratar científicos y académicos para que realicen un mapa que no cambia y que siempre revela el problema. Es hora de realizar acciones efectivas que den cuenta de un cambio cultural importante y de un serio control, en cabeza de las autoridades locales, enfatizó.
Los concejales coincidieron en que esta situación que afecta a la ciudadanía sólo podrá superarse en la medida en que se dé cumplimiento al Manual de Convivencia ciudadana, en una conjugación de autoridad, ética y compromiso ciudadano.