Por: Diego Calle Pérez.
El pasado no es la historia, es el presente el que hace parte fundamental de la historia. Todo el pasado es el presente. Todo el común de las personas asume el pasado como la historia y la presenta como hechos que nunca más se van a repetir. La historia bien entendida, bien contextualizada proyecta el futuro. Los historiadores y los geógrafos son fundamentales en una sociedad. Estos profesionales dan cuenta de los acontecimientos que han marcado la vida cotidiana de una sociedad. Cien años de soledad la obra maestra de nuestro nobel Gabo, sigue vigente para abordar nuestro pasado, presente, futuro.
En 1930 celebraron los 100 años de la muerte de Bolívar en la Quinta de San Pedro Alejandrino, 100 años después, en el 2010, el bicentenario con anchetas de libros y películas, novelas y dramas se conmemoraba el acontecimiento que unía las 5 repúblicas bolivarianas.
Tengamos presente que Bolívar y Santander se unieron para la independencia de Colombia y con los años su enemistad fue prolongando la consolidación de los partidos conservador y liberal. Sabemos muchos pocos de las travesuras de Bolívar con la ecuatoriana Manuela Sáenz y de Santander con las Ibáñez.
Más nunca se nos ocurre que fueron Bolívar y Santander los que nos dejaron problemas, que hoy 200 y tantos años después no hemos podido superar como el de pertenecer a una potencia mundial. Historiadores de varios países, académicos y los aficionados a la tarea de trascribir folios y manuscritos, hacen cuentas alegres de los embates políticos de Bolívar y Santander. Ninguno con certeza vuelve a leer la carta de Jamaica para contextualizar la de Angostura y hasta la enviada a su prima Fany postrado en su lecho de muerte.
Hoy muchos sabemos por libros, documentales, biografías que Bolívar y Santander abusaban de su poder y a su paso dejaron viudas, niños mutilados y ancianos sin hogar, Indígenas sin tierras y a pesar de todo los contemplamos en miles de pueblos y ciudades en estatuas de acero y mármol. Instituciones llevan su nombre y celebramos el 20 de julio y el 7 de agosto como referentes de historia.
Hoy perdemos el interés por recorrer la parte histórica y emblemática de la ciudad capital de Venezuela. Conocer la casa natural del Libertador, el Museo Bolivariano, la Plaza Bolívar y sus alrededores. Hace 200 años y un poco más, la imaginación llevaba a Bolívar a conocer París y otras ciudades de Europa por donde incluso camino Marco Aurelio y Alejandro Magno. Hoy nuestro presidente vecino Maduro, echa por la borda el legado de seguir la memoria de Chávez, único cultor de Bolívar. La historia esta tan vigente como los propios acontecimientos que se viven en Venezuela.