Verónica Alcocer y Róger Vélez, en Sinergia Informativa.

Verónica Alcocer, la esposa del candidato a la Presidencia de Colombia por el “Pacto Histórico”, Gustavo Petro, defiende la igualdad de género, por supuesto, pero dice que tiene que reconocer las diferencias existentes entre hombres y mujeres en su esencia y en su posibilidad de complemento.

Ser madre, ser esposa, ser amante… aporta a un entendimiento, a una conexión diferente que le permite a la mujer una mirada también diferente de la política y del País”, dijo en Sinergia Informativa.

Está convencida de que desde esa perspectiva puede ser un complemento para su esposo en el tema de la paz.

Verónica Alcocer, esposa del candidato a la Presidencia de Colombia por el “Pacto Histórico”, Gustavo Petro.

Vengo recorriendo desde hace ocho meses el País con gente maravillosa: hombres y mueres valientes. Pero la indiferencia no está bien. Por eso vengo a sembrar semillas de amor, especialmente entre los que piensan diferente. Porque no tiene que ser que todos pensemos igual. No estamos respetando la diferencia y nos estamos agrediendo sin conocernos y sin reconocernos”, manifiesta.

Dice que como posible Primera Dama se dedicará a sembrar semillas de reconciliación en busca del reencuentro como hermanos, a pesar de las lógicas diferencias.

Nos podemos juntar y llegar a puntos de acuerdo en torno a lo que nos interesa a todos los colombianos en todos los sectores sociales, económicos y políticos, que nos permita llegar a la construcción de un País cohesionado, sin guerra, trabajando juntos por sacarlo adelante”, insiste.

Verónica Alcocer precisa que no es una utopía: por eso habla de “semilla” que cada uno debe aprender a regar y cuidar. Agrega que se empieza por comprometerse en la misión de enfrentar la indiferencia, el resentimiento, el odio y la reacción al otro sin diálogo. Dice que esa falta de entendimiento, sumada al miedo y a la rivalidad se aprende desde los mismos hogares.

Se trata de buscar modelos, empezando por ella, que empiecen a tomar consciencia y convertirse en ejemplo de vida con la convicción de llegar a un buen nivel de influencia en los demás.

Mi esposo debe liderar políticas públicas que permitan sustentar los valores, que tienen que estar respaldados con oportunidades para los más desfavorecidos. Esa realidad permite que los discursos de reconciliación lleguen y se queden en la gente, para que deje de ver a los demás con resentimiento y como enemigos”, plantea.

Habla de construir la paz más allá de los pactos, de arriba abajo, desde el compromiso del Estado, por ejemplo, ampliando cupos para estudiantes en la universidad pública gratuita y de calidad, con formación para el trabajo y el ser y con oportunidades de empleo digno para los jóvenes.

Sin embargo, Verónica Alcocer insiste en reivindicar la diferencia, porque en un Estado Social de Derecho, primero está el ser humano y su dignidad, pero los disensos son necesarios en una democracia en la que no pueden todos pensar igual.

No es una dictadura: debemos aprender a ponernos de acuerdo en lo fundamental”, dice.

La conclusión de la esposa del candidato Gustavo Petro es que la paz puede ir de la mano de una Primera Dama convencida de la urgencia de que haya inclusión social, derechos y oportunidades para todos. Pero, todo ello con el buen ejemplo, el mensaje permanente de reconciliación…

Y el amor, al lado de las políticas públicas que trace mi marido”, enfatiza.