Por: Nicolás Albeiro Echeverry
Senador de la República
Partido Conservador Colombiano
Colombia atraviesa un momento crítico: mientras el Gobierno nacional insiste en imponer reformas con evidente tinte populista, nosotros -desde la oposición responsable- levantamos la voz para advertir que sin sostenibilidad económica no hay derechos laborales que valgan.
La reforma laboral propuesta no responde a las necesidades reales del País. Es una carga desproporcionada para las micro, pequeñas y medianas empresas, que hoy luchan por sobrevivir. Si las empresas quiebran, no habrá empleo. Y si no hay empleo, tampoco habrá derechos laborales. Este círculo vicioso es el que el Gobierno se niega a reconocer.
Es un despropósito hacer una Consulta Popular que cuesta 800 mil millones de pesos para preguntar lo obvio, insultando la inteligencia de la ciudadanía. Es evidente que todos queremos ganar más, trabajar menos y tener una salud digna. Pero eso no se logra con discursos ni con subsidios: demanda técnica, articulación institucional y mucha responsabilidad.
La oposición que represento cree en las reformas, pero no impuestas ni improvisadas. Las reformas deben ser concertadas, construidas con todos los actores. No podemos permitir que el País sea conducido por la retórica de un Presidente que ha arremetido contra todos los sectores productivos: energía, construcción, salud, transporte y contra los empresarios, en general. Un Presidente que ha debilitado las instituciones, ha promovido el caos y ha legitimado a los violentos.
Colombia necesita orden, libertad, legitimidad y legalidad. Por eso los “conservadores de vida” no apoyamos ni apoyaremos una agenda que desmorone lo que con tanto esfuerzo hemos construido.