Foto: semana.com
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Controversia generó la propuesta del alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, de poner en marcha un Protocolo de Reacción contra Explosivos en Universidades, a propósito de las diferentes protestas estudiantiles en las que la violencia generada por personas encapuchadas, haciendo uso de diferentes clases de explosivos, ha generado heridos, muertos y daños en bienes públicos y privados.

La controversia ha girado alrededor de la supuesta pérdida de autonomía universitaria y el incumplimiento de la promesa de campaña del entonces candidato a la Alcaldía de Medellín, en el sentido de no permitir la presencia del ESMAD en desarrollo de la protesta social.

Al respecto, el alcalde Daniel Quintero ha explicado que respeta y apoya la protesta social, siempre y cuando sea pacífica; pero si la violencia, deslegitimadora de la misma protesta, atenta contra la vida, honra y bienes de la ciudadanía, no le queda otro remedio que responder al llamado constitucional y legal de garantizar la protección de la ciudadanía afectada por el vandalismo de unos cuantos.

El protocolo, según Quintero Calle, consiste en hacer un llamado a la autorregulación por parte de los manifestantes. Si se detectan explosivos dentro de la universidad, se les pide a los rectores la evacuación administrativa de la institución. Si hay explosivos, se ingresará con grupos antiexplosivos.

Y, finalmente, “superada toda posibilidad de acuerdo y previa orden de evacuación que permita la salida de las personas que no estén involucradas, procederé a autorizar el ingreso de la fuerza pública con equipos antiexplosivos con el fin de recuperar el control y garantizar la tranquilidad de toda la comunidad universitaria y la ciudadanía en general”, precisa el Alcalde de Medellín.

Daniel Quintero dice que tiene muy claro que no debe haber bombas y explosivos en las universidades.

“Respeto la autonomía universitaria, pero no puede estar por encima de la Constitución y la Ley. La decisión fortalece la causa de quienes marchan en forma pacífica, contra grupos pequeños que desestabilizan, utilizando las universidades como trincheras desde donde lanzan bombas que atentan contra la integridad física y la vida de los ciudadanos”, explica.

Daniel Quintero Calle manifiesta que si la marcha es pacífica, no habrá necesidad de ESMAD. E insiste en que no se trata de cambiar de opinión frente a lo dicho en campaña: se trata, precisamente, de cumplir con la palabra de campaña de respetar las marchas, porque la mayoría lo ha hecho en forma pacífica.

“Por encima está la protección de la vida, honra y bienes de los ciudadanos” concluye el Alcalde.