Balmore González

Por: Balmore González Mira

La mayor ilusión en el desarrollo de infraestructura vial que vivimos en estas regiones fue cuando se logró llegar a nuestro mar por carretera, muchos años después se cumplió el milagro de su pavimentación y con ello vimos la cercanía de un puerto que nos uniera con el mundo. Cien años más tarde el Túnel del Toyo se convierte en otro sueño que podemos hacer realidad en diez años si corregimos los errores que nos han dejado en sus estudios, contratación, administración y financiación. En buen momento el Gobernador Luis Pérez pide claridad sobre estos puntos que nos llenan de incertidumbre y que vienen siendo utilizados perversamente para hacer creer a la opinión que el nuevo mandatario se opone a este proyecto o que por un embeleco personal se niega a avanzar, así incurra en irregularidades que rayan con la ilegalidad.

No señores, ni bobos que fuéramos, el gobernador, nacido en tierras occidentales es el primer interesado en que la obra se construya, se haga bajo los principios de la legalidad, de la austeridad y de la transparencia. Es decir, que se haga y se haga bien. Por eso ha pedido claridad total y en buena hora la Asamblea de Antioquia y el comité de moralización departamental lo han acompañado en esta titánica tarea. Bajo la lupa están varios elementos que nos hacen reflexionar y concluir que hay que enderezar el rumbo para poder garantizar que el túnel en un futuro cercano no tenga inconvenientes, sea paralizado y quede totalmente desfinanciado. Definir la legalidad de su contratación y la competencia de una administración costosísima entregada a última hora, cuando la Gobernación podría hacerla; concretar la culminación de los estudios de todas sus fases y quien aportará el dinero para las obras adicionales, etc. Y finalmente resolver el mayúsculo problema de la licencia ambiental que de conformidad con lo estipulado en la ley y así lo ratifica la ANLA. Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, del Ministerio del Medioambiente, que concluye tajantemente que no se podía contratar sin la misma, son necesarios para destrabar lo que han dejado tan enredado.   ¿Quiénes temen que se sepa la verdad sobre este proyecto?, ¿Por qué en vez de atacar al gobernador no despejamos todas estas dudas?, ¿Qué pasaría si dentro de unos años el proyecto se paraliza porque las obras adicionales se llevaron los recursos?, ¿Quiénes responderán por los recursos adicionales y no previstos?, ¿Qué tan legal y ético es que un gobernante que descubra irregularidades siga cometiéndolas solo para dejar contentos a unos pocos? Finalmente me pregunto ¿No es mejor corregir ahora que cuando sea demasiado tarde y ya no podamos hacerlo?

El túnel se hará porque lo necesita Antioquia, Colombia y el mundo, pero  no puede hacerse bajo los parámetros de la ilegalidad, los errores y la torpeza de quienes solo les interesa contratarlos o poner una primera piedra así las obras se conviertan en unos elefantes blancos o queden mal construidas.