“Cerrar el estadio es demostrar la incapacidad de la Administración Municipal y de la Policía para resolver el problema de violencia e inseguridad que generan las llamadas “Barras Bravas”, dijo la concejal Aura Marleny Arcila Giraldo. Agregó que

sería una medida que restringiría la libertad que tienen los ciudadanos de asistir a un espacio deportivo y público, como lo es el Estadio Atanasio Girardot, tradicional para el encuentro familiar y comunitario.

La concejal Arcila Giraldo, autora de una política  pública para estimular la creación de “Barras Fieles”, fue enfática en la urgencia de que la fuerza pública y la Fiscalía “tomen el toro por los cuernos”, cumpliendo con su deber de individualizar a cada una de las personas que cometan actos vandálicos. De este modo, no se generalizará el señalamiento y el castigo a todas las barras en conjunto, como si todas fueran las causantes de los hechos violentos.

El concejal Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán -coordinador de la Bancada conservadora, que junto a la liberal y a la de la ASI citaron el debate- estuvo de acuerdo con la inconveniencia de cerrar el Estadio, e insistió en la necesidad de fortalecer la institucionalidad de las barras y la exigencia, por parte de sus líderes, de fomentar una conducta apropiada al interior del complejo deportivo.

“La implementación de herramientas tecnológicas por parte de la fuerza pública, es necesaria y de vital importancia para brindar seguridad y tranquilidad a los hinchas”, dijo Echeverri Alvarán.

 

Las siguientes son las conclusiones presentadas por la concejal Aura Marleny Arcila Giraldo:

 

·        Poner en práctica el Acuerdo sobre “Barras Fieles” mediante la creación de un grupo interdisciplinario que intervenga en los barrios, colegios y familias, con el propósito de promover la tolerancia, el respeto y las buenas conductas

·        Apoyarse en el uso de cámaras, alcoholímetros, detectores de metales y demás herramientas que ayuden a brindar seguridad a los espectáculos

·        Se necesita un control más efectivo por parte de la Policía y la Administración Municipal

·        Que el pie de fuerza de la Policía para cubrir este tipo de espectáculos, sea siempre el mismo y no sea cambiado cada fin de semana. Con esto se busca que el personal se adapte a la cultura de la ciudad y conozca a fondo el comportamiento e ideología de los integrantes de las barras de los equipos locales

·        Evaluar y controlar permanentemente los programas de las barras que cuentan con apoyo económico de la Administración. Se les debe hacer interventoría constantes

·        Realizar un mapa de riesgos confiable, con el propósito de identificar los puntos más problemáticos  en este tipo de encuentros

 

“La convivencia pacífica y la seguridad al interior y en los alrededores del Estadio, es posible con voluntad y estrategias eficaces, y sin vulnerar los derechos de la gente buena que gusta de asistir en familia y con amigos al Atanasio Girardot”, concluyó la vocera de la Banca Liberal del Concejo de Medellín, Aura Marleny Arcila.