Por: Gabriel Zapata Correa

Han transcurrido doce días desde su posesión y el alcalde Federico Gutiérrez ha venido dando la talla, lo que en otras palabras no es otra cosa que ir pasando de las expectativas a la realidad.

Durante su campaña y desde los primeros días como alcalde electo, el nuevo gerente de la ciudad dijo que su primera meta sería afrontar con todo el poder de la institucionalidad todos los problemas de la inseguridad y sus derivados, para que la comunidad fuera recuperando poco a poco la tranquilidad, perdida parcial o totalmente en algunos sectores de la ciudad, por cuenta de las pandillas de atracadores, protagonistas del robo callejero, y de la extorsión que se convirtió en un medio usual o “normal” de ingresos ilegales para sus autores. Esa sensación o percepción que siente la gente de que va a ser víctima de un atraco o de una extorsión a cualquiera hora del día, son el producto de una realidad que no se puede ocultar con la cifra real y cierta de la reducción de crímenes y secuestros en Medellín.

Federico Gutiérrez ha sido muy claro en sus análisis sobre el tema de la seguridad. Sin tapujos reconoció que en Medellín sí se habría puesto en práctica el llamado ‘Pacto del Fusil’, entre las bandas de la ‘La Oficina’ y el ‘Clan Úsuga’.

“Mi concepto de seguridad es de seguridad integral. La seguridad no es de izquierda ni de derecha. En Medellín los grupos criminales pueden hacer los pactos que quieran pero mi responsabilidad es combatirla, y combatirla con la institucionalidad”, dijo en varios escenarios.

Gutiérrez propuso atacar el accionar de los grupos criminales. Y combatir los delitos de alto impacto como la extorsión, el hurto, el secuestro y la desaparición, además de continuar en el propósito de la administración anterior de disminuir los homicidios.

“Con el Gaula hay tareas específicas, nosotros mismos hemos propuesto tipos élites de acuerdo a cada tipo de delito (…) Luchas contra esas rentas criminales y debilitarlos financieramente nos da tener el control de esas zonas”. El alcalde expresa que atacando sus rentas económicas les hace perder el control territorial.

A través de varios medios de comunicación, el alcalde se ha propuesto recuperar la seguridad en zonas como el centro. Y fue más directo: – “Esta tarea implica que no solo se debe depurar la Policía, se debe depurar la Fiscalía, debe haber acciones concretas. Aquí debe haber una reforma estructural frente al sistema de justicia porque básicamente sigue ganando el delincuente”.

Los análisis del alcalde demuestran que tiene muy claro qué está pasando en Medellín y cómo debe actuar. “Esto tiene que ser un trabajo interinstitucional donde esté el Ejército, la Policía, la Fiscalía y la Justicia, porque la seguridad es un derecho que debemos garantizar, no solo con las acciones que les corresponde a estos organismos sino con una oferta institucional en educación, cultura y oportunidades que comprenden nuestra estrategia de seguridad integral”, ha expresado. Lo que quiere el alcalde es que se articulen todos los planes de los organismos de seguridad y justicia con los de la Administración Municipal. Desde el primer Consejo de Seguridad el alcalde ha reiterado que sus primeras acciones girarán alrededor del tema de la seguridad. Y así lo ha cumplido.

Pero el alcalde va más allá. El nuevo director del Area Metropolitana, Eugenio Prieto Soto, reveló que el alcalde de Medellín, ciudad que aporta el 83 por ciento del presupuesto de esta institución que reúne a nueve municipios del Valle de Aburrá, ha dicho que el problema de la seguridad no puede concebirse aisladamente municipio por municipio, sino como un problema común que afecta a todo el territorio. El alcalde envió sugerencias claras y concretas para que también desde el Area Metropolitana se coordinen planes muy definidos para combatir a las bandas criminales, el hurto, la extorsión y todas las manifestaciones criminales que surgen de la ilegalidad.

Fortalece el espíritu saber que el alcalde va en el camino que prometió. Los resultados se tendrán que ver en la  realidad.