Mauricio Caly, diputado de Antioquia por el Partido MIRA, está seguro de que los vendedores informales emprenderán muy pronto su camino sin retorno hacia la dignificación de su oficio y de sus vidas. Se refiere a que la política pública de los vendedores informales contemplada en la Ley 1988 de 2019, conocida como “Ley Empanada”, será un hecho en Colombia por cuenta del impulso que le ha venido dando el partido político MIRA.

La “Ley Empanada” busca que los vendedores informales puedan acceder a capacitación en el SENA, al mínimo vital, al trabajo digno, a la convivencia en el espacio público, a atender en sus propios locales comerciales de interés social, a disponer de espacios seguros para las actividades que realizan y a contar con la garantía de un trabajo que poco a poco les permita ingresar en la esfera de la formalidad.

Este lunes, 10 de agosto, empezó un proceso de socialización de esta Ley, liderado por el partido MIRA, mediante la realización de diferentes foros regionales. El diputado Mauricio Caly estaría al frente de dichas reuniones virtuales en Antioquia.  

Otro sector social que busca beneficiar el partido MIRA es el de los miembros de las Juntas de Acción Comunal –JAC-.

Según el diputado Caly, ya se logró que en el Plan de Desarrollo de Antioquia, 2020 – 2023, haya quedado inscrito el propósito de mejoramiento de la calidad de vida de estos líderes de las JAC que trabajan arduamente por sus comunidades, sin ningún tipo de reconocimiento.

“Sin embargo no se trata de pagarles salarios u honorarios. Pero es indudable que estas son personas que trabajan mucho por sus comunidades, sin que en ocasiones tengan siquiera para pagar sus pasajes. Así que esperamos que se les pueda garantizar un subsidio de transporte e, incluso, subsidio de servicios públicos”, explica el Diputado de MIRA.

Maurico Caly está igualmente satisfecho con la inclusión de la política pública de libertad religiosa o derecho a creer o no creer, en el Plan de Desarrollo de Antioquia. Está convencido de que la política pública de la libertad religiosa será un gran aporte a la convivencia y a la paz porque se defenderán valores como el respeto y la tolerancia, encaminados a garantizar que haya cero discriminación.