Por: Jorge Enrique Vélez G.

Algunos meses atrás, conversaba entretenidamente con Don Joaquín Urrea (qepd), uno de los verdaderos patriarcas de nuestro país y esa clase de hombre que difícilmente volveremos a tener, no solo por su capacidad para generar empresas, sino por su gran liderazgo y visión hacia lo social, que lo llevó a crear Actuar Famiempresas, una organización modelo en la enseñanza y capacitación a personas de escasos recursos en como tener su propia empresa y generar sus propios empleos.

En la conversación, palpaba que Don Joaquín no se quería quedar simplemente en esas actividades a las que había dedicado grandes esfuerzos en sus años de trabajo, sino que él quería buscarle alternativas al fortalecimiento del campo y de los campesinos en Colombia. Con mucho criterio me decía: “… muchacho, hay que presentar un proyecto de ley en el Congreso de la República que se llame la aparcería y se lo voy a explicar facilito…”.

Muy claramente me contó, que se trataba de que los dueños de las tierras en nuestro país, le entregaran a los campesinos vecinos de esas regiones parte de esos terrenos para una explotación productiva, convirtiendo las tierras “ociosas” en parcelas que les permitiera satisfacer sus necesidades mínimas desarrollando sus habilidades y destrezas como campesinos.

Siguió su relato, y fue tan categórica su exposición, que el próximo 20 de Julio vamos a radicar en el Senado un proyecto de ley denominado “La Aparcería”, que tendrá, entre otras, las siguientes características.

1.   Los propietarios de las tierras entregarían a los campesinos una parcela para su explotación productiva en una figura de comodato con unas características especiales.

2.   No se generaría posesión de la misma por parte del campesino y tampoco se adquirirían derechos de propiedad ni titulación con el tiempo, lo que permitirá que el dueño de dicha tierra pudiera  recuperarla en cualquier momento, en caso de que no fuera utilizada por los campesinos para su seguridad alimentaria y/o en las condiciones y objetivos previstos.

3.   Los campesinos recibirían líneas de crédito especiales para Aparcerías por parte del Banco Agrario, con miras a desarrollar productivamente los terrenos.

4.   Los propietarios de las tierras quedarían exentos de impuesto predial por el predio que sea dado en aparcería y por el término de aprovechamiento de los terrenos a los campesinos.

5.   El propietario no reconocería mejoras de ninguna clase a los campesinos una vez finalizara el contrato de aparcería.

6.   Los campesinos que hagan parte de la aparcería, trabajarían unidos y los productos de las cosechas serían para su autoabastecimiento, considerando que los excedentes se repartirían en partes iguales de acuerdo al número de familias dentro del contrato de aparcería.

Complementaremos esta idea  con miras a presentar este proyecto de ley, con lo que haríamos realidad una verdadera “reforma agraria”, además de ver cumplido el sueño de Don Joaquín y de muchos empresarios, que han creído que el éxito no está en “regalar” sus tierras, sino en tenerlas productivas a través de aquellos que saben cultivarlas y aprovecharlas en bien de una actividad económica, además de su desarrollo personal y familiar.

Esperemos que esta Ley de “La Aparcería” sea una realidad en Colombia para el bien del campo, de los campesinos y de los mismos propietarios, pues ese sería otro  camino al desarrollo del campo y las zonas rurales de nuestro país. Creo que es una interesante opción de cambiar fusiles por azadones, incentivando a nuestros  campesinos, agricultores y sus familias, a hacer de nuestras tierras la verdadera despensa de sus compatriotas.

SIN CORBATA: Que bueno sería, que para el debate presidencial de nuestro país pudiéramos contar con candidatos que tuvieran verdaderos programas de gobierno, y no con pre-candidatos con pre-programas de gobierno improvisados, que atentan contra la verdadera democracia del país.