El jardín exterior de la sede del Área Metropolitana del Valle de Aburrá será refugio para las abejas solitarias. Este será un espacio para la conservación de diversas especies sin aguijón, pues allí podrán alimentarse, protegerse y reproducirse.

Se trata de una de las acciones de educación ambiental para la atención y manejo integral de abejas, abejorros y otros insectos polinizadores, que viene realizando desde 2018 la Unidad de Gestión del Riesgo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

La Entidad viene trabajando en la protección a la biodiversidad y en la polinización, mediante la instalación de refugios para abejas solitarias en los 10 municipios de la Subregión.

Con este “hotel” para abejas, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá busca proteger las abejas solitarias que han perdido su hogar por causa de la deforestación, el uso indiscriminado de plaguicidas y fertilizantes y, entre otras circunstancias que las afectan, el cambio climático. En este refugio también se podrán alojar libélulas, mariposas, mariquitas, avispas, cucarrones y grillos, entre otros.

“Este 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente y el Área Metropolitana, como autoridad ambiental en lo urbano, se une a esta celebración con la instalación del primer hotel para abejas en Medellín”, dijo el director de la Entidad, Juan David Palacio Cardona, quien recordó que cerca del 75% de los alimentos que llegan a nuestra mesa es producto de los servicios ecosistémicos que ofrecen estos seres vivos.

Estas especies polinizadoras son importantes para el ecosistema sin importar su tamaño: las abejas lo demuestran con su gran aporte a la sostenibilidad del planeta y la alimentación del resto de especies, incluyendo los humanos.

Los hoteles de abejas son construidos con piñas secas, pequeños tubos de papel o cartón, madera agujereada o cajones rellenos de ramas secas. Permiten albergar diversas especies sin aguijón y les brinda un espacio para colocar sus huevos, como alternativa a la falta de hábitat por la cultura de eliminar los árboles secos. Sin embargo, su principal beneficio es que intervienen en la reproducción de las plantas como la flor y por eso son indispensables para mantener la salud de muchos ecosistemas.