“¡Estoy emocionado!”, expresó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, a propósito de la decisión del Tribunal Electoral de abstenerse de certificar los estados contables de la iniciativa de revocatoria de su mandato.

Manifestó que es la ratificación del triunfo obtenido el 27 de octubre de 2019 cuando -según dijo ante medios de comunicación, miembros de su gabinete y algunos concejales- “un grupo de jóvenes independientes, sin los partidos políticos y los grupos económicos que se creen dueños de todo” le ganó “a las mafias enquistadas en el poder, a los que habían destruido a Hidroituango y querían que fueran los ciudadanos los que pagaran y a los que le habían hecho daño y querían quedarse con EPM…”

Daniel Quintero Calle se mostró eufórico con la decisión del Consejo Nacional Electoral -CNE-, porque de esta manera termina la que llamó “la persecución política, económica, mediática, jurídica y hasta familiar…”. Agregó que le montaron una revocatoria con contratistas condenados y con huérfanos del poder que se dedicaron a hacerle daño a Medellín.

Sin embargo, enfatizó en que “hoy se ha hecho justicia” frente a personas que un día después de haber sido elegido se dedicaron a “triangular recursos (…) y a esconder a quiénes realmente estaban financiando de forma ilegal la revocatoria, con miles de firmas falsas”.

Aseguró que ahora sí va a poder trabajar tranquilo por Medellín, por los jóvenes, por hacer de Medellín el Valle del Software que se ha soñado, por la recuperación del empleo, por la Ecociudad, por más metrocables, por la nueva línea del Metro de la 80 y por oportunidades para todos y no para los corruptos.

Voy a luchar hasta el último día contra las mafias que nos querían afuera, contra los que no querían que esta fuera una buena administración…” Y, pese a ello -insistió- ha sido una administración con excelentes índices de desempeño fiscal y reconocimientos hechos por el mismo Gobierno nacional.

Aquí estamos y aquí nos quedamos. Me llamo Daniel Quintero, Alcalde de Medellín, 2020 – 2023”, concluyó.