El Consejo de Estado anuló las elecciones a Senado que se realizaron en la contienda electoral de 2006, al establecer durante una investigación que hubo irregularidades en 600 mesas. Entre las fallas se encontraron suplantación de votos, cédulas inhabilitadas y adulteración de formularios electores.

El Alto Tribunal ordenó nuevos escrutinios para determinar realmente en qué mesas se cometieron irregularidades.

La decisión se produce después de que el procurador general anterior, Edgardo Maya, cuestionara las elecciones pasadas a Senado.

El paso siguiente es que la Registraduría, la Procuraduría y delegados del Consejo de Estado, adelanten un conteo de votos mesa por mesa para determinar en realidad quiénes son los congresistas que deben estar en el Senado.

Sin embargo, los actuales parlamentarios no perderán sus curules, pero se estima la modificación de la composición vigente.

El Consejo de Estado determinó cerca de 33.600 votos irregulares en  600 mesas de votación en la Costa Atlántica, Santander, Valle y Chocó.