Ramón Elejalde Arbeláez

En el Gobierno de Antioquia no gustan mucho de la oposición y son muy susceptibles a cualquier tipo de cuestionamientos. Los medios de comunicación que hacen eco de los comentarios o expresiones opositoras, reciben la sanción con la pauta. Algo cercano a la intolerancia y a la censura de prensa y de esto nos ocuparemos otro día. Quienes osamos disentir de los inquilinos transitorios de La Alpujarra, también recibimos guijarros de todo orden. Pero así no les  guste, las realidades departamentales las seguiré comentando, mientras goce de la hospitalidad de un medio independiente como EL MUNDO.

La situación de la Fábrica de Licores de Antioquia, no es la mejor. Analizaremos el primer trimestre de este año, comparado con el mismo trimestre del año 2008. Los ingresos netos, es decir, considerando devoluciones, descuentos o bonificaciones, han caído en un 44%. Mientras en  el año 2008 se recaudó la suma de 56.572 millones, en este año apenas  van ingresos por 31.461 millones. Lo que nos quiere decir que al final del año estaremos muy distantes de los 700.000 millones de pesos que debe vender la Fábrica, según metas históricas. Esto es apenas lógico, pues las ventas han caído en un 23%, siendo más grave la realidad dentro del Departamento, donde las ventas caen un 53% ya que en el año pasado se vendieron 33.641 millones y este año apenas las ventas fueron de 15.795 millones de pesos y los ingresos, ya con los descuentos, bonificaciones, rebajas o descuentos, han rebajado en un 87%, de 32.422 a 4.135 millones de pesos.

Llama la atención en el balance del primer trimestre de este año una gran devolución en Antioquia de 11.600 millones de pesos que pueden obedecer a bonificaciones de este año, lo cual suena increíble con la caída de las ventas; también puede obedecer a bonificaciones del año pasado que apenas se contabilizaron en este año, lo que también resulta difícil de creer porque la relación aportes/ventas se mantiene, es decir, bajan los ingresos un 23% y bajan las ventas un 26%, lo que no sería posible si se diera una bonificación de este tipo. Parece que la realidad de esta devolución es simplemente que reversaron una venta y reversaron el costo. Esta situación la deben clarificar las autoridades de la Empresa para tranquilidad de los antioqueños y de paso deberían aclarar por qué reversan una parte en Antioquia y otra parte en otros departamentos.

También van en picada las exportaciones. Estas vienen disminuyendo dramáticamente: De 601 millones en el primer trimestre del año anterior,  a 106 millones de pesos en este año, es decir que disminuyeron en un 82%. Los principales compradores de nuestros licores son España y Estados Unidos, que atraviesan una difícil situación económica.

Pero estas no son las únicas dificultades de la Fábrica. En el mercado hay ausencia de ron ocho años y las explicaciones que da el Gerente a esta situación es la de que por estrategia de ventas lo dejaron agotar. Sinceramente no entiendo esa estrategia y a todos los expertos en la materia que les he preguntado me han dicho que eso no puede ser posible, mientras se invierten millones de pesos en publicidad de un licor que desapareció del mercado. Pero además, estamos corriendo el peligro de perder el posicionamiento que había logrado la Fábrica con este producto, a través de años de publicidad. Parece que la realidad fue el fracaso de una licitación de importación. Es necesario aclararles a nuestros lectores que la FLA importa el ron ocho y doce años y la imprevisión en una licitación llevó al agotamiento de las reservas. Algo falló en la planeación en nuestra empresa de licores.

Todo esto se puede sintetizar en lo siguiente: Mientras el año pasado al Departamento le quedaron 29.083 millones de pesos para su presupuesto en el primer trimestre del año, en el mismo lapso del presente año apenas le quedaron 21.473 millones. Esto es, que el hueco fiscal por la sola Fábrica de Licores en apenas tres meses, es de 7.610 millones de pesos. Algo pasa en la FLA.