El pescado y los productos de mar hacen parte de la alimentación de los católicos durante la Semana Santa. Para fomentar su consumo responsable y cuidar la salud, la Secretaría de Salud de Medellín recomienda comprarlos en sitios autorizados.
En el caso del pescado, al momento de adquirirlo se sugiere verificar que los ojos ocupen toda la cavidad orbitaria, que sean transparentes, firmes, brillantes, salientes y de pupila oscura; además, que tengan branquias de color rosado a rojo intenso y que estén húmedas y brillantes.
Sobre la carne del pescado, ésta debe estar firme, elástica al tacto y bien adherida a los huesos. El olor no debe superar al que caracteriza a este producto, las escamas no pueden tener arrugas ni laceraciones y las aletas no deben presentar rupturas.
Es importante que este alimento conserve la cadena de frío entre 0 y 4 grados centígrados.
Respecto de los sitios de expendio, estos deben contar con el adhesivo que certifique que ha sido visitado por la Secretaría de Salud y garantizar óptimas condiciones de limpieza, orden y aseo; además, el producto debe estar exhibido en refrigeración y congelación.
La Secretaría recomienda abstenerse de comprar pescado en la calle o en puestos ambulantes que no cuenten con la dotación adecuada para su manipulación.
“Debemos verificar que el establecimiento en el que compremos el pescado sea un lugar limpio, que quien manipula el producto esté correctamente vestido y que los productos estén almacenados a las temperaturas de refrigeración o congelación, según el caso”, manifestó Luz Bibiana Gómez, líder de proyectos de la Secretaría de Salud.
Con frecuencia, el consumo inapropiado de estos alimentos se asocia con casos de intoxicación, por lo cual se debe aprender a identificar los síntomas y reconocer los signos de alarma para acudir a los servicios de salud. Estos son dolor de cabeza, dolor abdominal, vómito, diarrea, náuseas, adormecimiento en el cuerpo o brotes en la piel.